domingo, 30 de mayo de 2010

3. Cuando seas madre comerás huevos.

Este consejo muchas veces venía combinado con el siempre socorrido: Porque lo digo yo, que él solito se merece un blog completo.

Cúando lo utilizaba:
Básicamente cuándo le decía: ¿por qué tu puedes salir un martes por la noche y yo no? ¿por qué tu puedes fumar y yo no? ¿por qué tu puedes maquillarte y yo no?


Consecuencias del consejo:
A mí no me gustaban los huevos, así que las consecuencias de este consejo han sido mínimas, dejando a un lado la pataleta por no poder hacer lo que me daba la gana.

Excepción para utilizarlo:
No se me ocurre. Fumé, salí los martes y me maquillé, eso sí, a escondidas.