Ay, este consejo de mi madre me produce nostalgia. Básicamente, era un consejo muy, muy práctico porque si ella venía... Os podéis imaginar.
Cuando lo utilizaba:
Constantemente:
Si oía que mi hermana y yo peleábamos.
Si oía bullicio.
Si no nos oía.
Si nos había mandado a por algo y no volvíamos.
Y sobre todo, si nos llamaba a comer. Después de 10 gritos de se oía eso de: "Como tenga que ir yo..." Mira, era oirlo y era como si un resorte nos pusiera de pie, en guardia, todos los sentidos al tanto, y a obedecer. Vamos, lo que viene siendo puro miedo.
Consecuencias del consejo:
Nada graves. Cierta nostalgia de que ya no viene con tanta frecuencia. Aunque a veces viene incluso con 31 años.
Excepciones para utilizarlo:
Cuando me de la gana. Me gusta este consejo. Es más, estoy deseando tener hijos para decirlo porque como yo vaya...
Variante del consejo:
No era una frase, era la zapatilla con efecto. Estabas tan tranquila, peleando con tu hermana, un par de tortas, un pellizco, un porquito de preshing cacth, lo típico,... Y sin saber cómo ni de dónde, aparecía la zapatilla voladora, con esa suela de goma que picaba cosa mala. Afortunados aquellos que su madre era alta y no utilizaba cuña en las zapatillas de andar por casa, porque aquello era terrible. Incluso si conseguías escapar por el pasillo, y te creías a salvo (infeliz), la zapatilla giraba contigo. Sólo las madres saben lanzar zapatillas con efecto.
jajajajaj estoy de acuerdo!! las madres son expertaslanzazapatillas jjajajaj donde demonios desarrollan ese arte??
ResponderEliminarMi madre nos daba tremendos pellizcos que de tan sólo acordarme me duele el cuero. ¿Sería mejor esa forma de educar? Porque ahora, no tan fácil se consigue que los hijos la obedezcana a una...
ResponderEliminarGracias por la visita!
jajajajja
ResponderEliminarYo he visto volar esa zapatilla!!
juasss, yo no sé cómo hacer a veces, llamo y llamo hasta que me oyen la voz de mosqueo total, la verdad es que cuando se pelean y no dan parado aunque me acerque y les recrimine sólo puedo hacer una cosa quitar mi zapatilla (blanda), mano de santo, desaparecen, ; )
ResponderEliminaray Olivia, tus hijos escribirán en un futuro sobre esa zapatilla, aunque agradecerán que sea blandita!
ResponderEliminarLa variante de mi madre era en catalán: "Si vaig jo ahí!", es decir: "Si voy yo ahí...! La opción de la zapatilla a veces se relevaba con el sonido de la correa de mi padre mientras se la quitaba...y ¡mano de santo! a la primera hacíamos lo que querían.
ResponderEliminarEnhorabuena, acabo de descubrir el blog y me encanta. Creo que muchas nos sentimos identificadas porque hemos "sufrido" esos consejos
ResponderEliminarJo yo no he sufrido la zapatilla voladora, hasta ahora estaba contenta por ello pero jooo ahora que os veo hablar asi con tanta nostalgia casi que me dais envidia ;D jejejeje
ResponderEliminarUn saludete
Tururu afortunada tú, con rima y todo!
ResponderEliminarMuchas gracias también a los anónimos
El "Como tenga que ir yo..." debe ser un gen que se va desarrollando durante los 9 meses de embarazo...
ResponderEliminarYo también lo sufrí :(
Felicidades por el blog, acabo de descubrirlo y me encanta, aparta de que me parto de la risa leyendo, pues es como si estuviera oyendo a mi madre. Y por supuesto, como madre que soy más de uno de estos consejitos/amenazas doy yo
ResponderEliminarBesos!!!
Muchas gracias a todos, llevo muy poco tiempo con el blog y me hace mucha ilusión vuestro comentarios.
ResponderEliminarsaludos
"Si no vienes tú, voy yo!" me decían, qué miedito...
ResponderEliminarNunca me han tirado zapatillas ni me han pegado con ellas, pero cuando mi padre se enfadaba mucho hacía el gesto de quitárselas y con eso ya valía...
Mi madre usaba zuecos, de los de madera. Eso sí que pica.
ResponderEliminaren serio, si dicen que reír alarga la vida, me has alargado la mía, por lo menos, veinte años! jajaja, pero qué risas me echo XXD
ResponderEliminar¡La zapatilla gira esquinas! Sabía que mi madre no era la única que sabía hacerlo.
ResponderEliminarYo tengo dos niños y les digo: "como me tenga que levantar..." Mano de santo. Reconozco que utilizar el miedo está mal pero... no somos perfectas ;)
Siempre me he preguntado como mi madre, que no estudió física, llevaba tan bien a la práctica el tiro parabólico de zapatilla... Aquí hay gato encerrado...
ResponderEliminarA mí, mi madre con la zapatilla sólo me amenazaba, para darme lo hacía con la mano abierta. Eso sí, sólo tenía que decirlo y hacer el gesto de quitarse la zapatilla para que, como todos habéis descrito, saliera zingando a hacer lo que tocase.
ResponderEliminarAl leer el título pensé que te referías a otro significado de esta misma frase. Aquél en que estás buscando algo y no lo encuentras y al preguntarle te dice... Ah no, perdón. Me estoy equivocando con la de: "Como vaya yo y lo encuentre..." Y que ya podías estar dos horas buscando, iba ella y lo encontraba a la primera... Debe ser el estatus de madre, porque ahora soy yo la que encuentra todo a la primera :D
JAJAJAJAJAJA!!
ResponderEliminarEs tremendo! es cierto que se siente nostalgia de estos momentos, aunque en aquel entonces no nos hiciera grácia...
Mi madre también era experta en el tiro de zapatilla con efecto, ya fuera desde una punta del comedor a la otra o desde el pasillo al comedor, todavía me pregunto como narices lo hacía...
En fin, cuanto más leo este blog más me encanta.
Deberías dedicarte a los monólogos de paramount comedy, vales para esto!
Mis zapatillas no vuelan, pero esa amenaza planea por mi casa.
ResponderEliminarHe decidido mearme de la risa y dejarme de tontás...soy una madre drama ¿y? jjjjjjjjjjjjjjjjjjj
yo debí tener una YAYA DRAMA
ResponderEliminarAIs, tu blog hará que me muera de risa, pero lo de la zapatilla voladora, ha hecho que casi me hernie, jajajaja.
ResponderEliminarSí, la mía también usaba zuecos de madera, créeme, peor que la cuña de las zapatillas... jeje, y también volaban con efecto, sí señor, por aquel largo pasillo, hecho expresamente para que siempre nos diera... sniffff.
Y por si acaso, después le tenías que devolver el zueco, momento en el que aprovechaba para darte en la mano también con el maldito zueco, ya que tardabas un montón en devólverselo temiendo el golpe de efecto en la mano, cosa inevitable, ya que por lentos y miedosos activábamos sus nervios...
Ahora tengo un piso sin pasillo! mis hijas podrán esconderse en alguna habitación antes de que llegue la zapatilla!
De echo, el único que disfruta de la zapatilla voladora con efecto es el gato!
Dios!! La zapatilla voladora, o Zapatillazo!!!! Eso es mitico!! XDDDDD
ResponderEliminarTe parecerá increible, pero no sólo dan la vuelta a las esquinas, he visto (y vivido, y sentido) algo peor: me agaché y esquivé la zapatilla, esta rebotó en la pared del fondo y me dio en el cogote con 12 años. Desde entonces, aprendí a pararlas mejor que Casillas los penaltis y salía corriendo con ellas.
ResponderEliminarcuanto más leo de este blog, más me identifico con lo q cuentas. mi madre tb me decía lo mismo. pero recuerdo con mucha gracia una cosa q decía una tía mía (granadina ella) a mi prima... os pongo en situación, mi prima había hecho alguna trastada y estaba en la otra punta del pasillo, mi tía con la zapatilla en la mano y levantándola: "ven aquí, ven aquíiii, ven aquíiiiiiiiii q t'ajooorrrcooo!!"... jajajaja... y mi prima iba, q remedio. y zapatillazo q le tocó!
ResponderEliminarrealmente, mirándole desde los mundos q corren, no me parece q estuviera bien lo de pegarnos tanto. en el cole, en casa,... yo no dejé de hacer las cosas por las cuales me pegaban o amenazaban...y guardo en el recuerdo lo mucho q detestaba q mi madre me diera con la zapatilla...
pero bueno, el detalle del "q t'ajorco" de mi tía, se me quedó en la memoria y siempre q lo regreso a mi mente me da gracia.
un saludo
mi variante era:
ResponderEliminar"si tengo que ir yo a buscarlo y lo encuentro, te meto un pellizco"
cuando lo usaba: cuando ella te mandaba a buscar algo y no lo encontraba
consecuencias: 1. dicha la frase el objeto en cuestión aparecía milagrosamente
2. tengo que usar toda mi fuerza de voluntad para no usar la misma frase con mi marido ;-)
Es que nos han enseñado como a los perros de Paulov, con estimulo asociado a frase, tantos como vaya yo asociados a pellizcos, cachetes, zapatillazos y escobazos que es oir la frase aún hoy y por teléfono y los pelos como escarpias, porque sabes lo que va a venir.
ResponderEliminarSaludos
Por favor,me estoy meando de la risa leyéndote. Ha merecido la pena salir de la cama a las 6 en esta madrugada insomne. jajaja.
ResponderEliminarUn besiño.
Aysss... qué tiempos. A mí sabes lo que me funciona? Decirles que estoy a punto de tirar su comida por la ventana... XD
ResponderEliminarMi madre y la tuya han debido de ser hermanas en otra vida! jaja! no puedo, y lo de la zapatilla de cuña? pero no se supone que son de estar por casa, osea, comodas? jaja, mi madre sigue con sus retailas y frases, pense que eran de familia pero ya veo que no, mi preferida: pollopera! jajja
ResponderEliminarque me partoooo!!!!!. Mis hermanos y yo desarrollamos un método de choque. Como mi madre avisaba varías veces, cuando veíamos que la cosa se estaba calentando, aprovechábamos y nos metíamos un par de jerseys debajo de la bata de guatiné. De modo que cuando llegaba la zapatilla voladora o los pellizcos estabamos recauchutados.ja ja ja,
ResponderEliminarFrase de la abuela Carolina: "Niño, vámonos un rato a la estación". Yo, aterrado, preguntaba por qué. Respuesta: "¿Y si llega en un tren alguien que conocemos?" Nunca he conseguido recuperarme de eso.
ResponderEliminarJajajajaja jajaja!!! A día de hoy YO se lo digo a mis hijos!! Mi madre después de esa frase nos decía: " como vaya con la zapatilla os vais a enterar" (todo esto a grito 'pelao
ResponderEliminarMi madre no tenía tino, no apuntaba, no era diestra (tampoco zurda), la buena mano siempre estaba en la cocina (¿será la infancia?), pero... ¡la zapatilla siempre acertaba!, no sé, vida propia, venganza personalizada, deseos, amor, olor, hedor...
ResponderEliminarjajajajajaja. Yo se lo digo a mi niña de 3 años, pero mis frases son:
ResponderEliminar¿Voy yo? (con toda la ironía que te puedas imaginar)
Como vaya yo...
Las utilizo indistintamente, según el momento.
Me he reído muchísimo leyéndote. Creo que todas las madres nos han dicho algo así a sus hijos, y que nosotras lo seguiremos diciendo...
Cuanto más te leo, más me gusta tu blog.
Ya leí tus libros, y acá capítulo si bien mi vieja no es de España creo q esto es algo mundial. Y en cuanto a este en particular... No se como pero cuando me mandaba una de las mías ella tenia en la mano una percha y de madera. Se le debía aparecer por arte de magia en la mano por que puedo jurar que no la veía hasta que la levantaba... Me converti en campeona de quemado de tanto practicar esquivar la dichosa percha....
ResponderEliminar