jueves, 10 de junio de 2010

12. Si te tragas un chicle, se te van a pegar las tripas

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!
De verdad que me daba terror. Cuando mi madre me decía esto, mis mandíbulas se tensaban. "Por Dios, que no se te escurra, por Dios, no te lo trages. ¿Qué vas a hacer tú con las tripas pegadas? ¿Qué futuro te espera?". Pero era inevitable, me despistaba, me reía, y me lo tragaba. Y entonces me pasaba la noche entera sin dormir, pensando: "Ya se están pegando, no voy a poder comer nada más nunca en mi vida". Notaba cómo se retorcían mis tripas, cómo el chicle las iba soldando. Y oía la voz de mi madre diciéndole al médico de urgencias:
- Mira que se lo dije. ¿Te lo dije o no te lo dije, nena? Se lo dije. Y nada, ella a sus cosas, cómo siempre. ¡Ah! pero nadie me podrá decir que no se lo advertí. Ahora apechuga con las tripas pegadas, la vida tiene conscuencias, nena, eso también te lo digo.

Cuándo formulaba este consejo:
Siempre, siempre, siempre que comía chicle. Hubo una vez que casi no me lo dijo, pero al final, se acordó.

Consecuencias del consejo:Dudas existenciales en la infacia: ¿por qué dejan al alcance de los niños un objeto tan dañino? ¿Qué quieren qué aprendamos? ¿Cuántos niños han conseguido seguir una vida normal con las tripas pegadas? ¿Quién fabrica los chicles? ¿El demonio? ¿Pilatos? ¿Por qué no pegan los ladrillos de los edicifios con el super pega todo y temido chicle?
Otra consecuencia: tensión mandibular cada vez que como chicle.
También tuve que retirarme de los chupachups Kojak porque no sé que tenía ese chicle dentro que me lo tragaba siempre.

Excepciones para utilizarlo:
Yo que sé, pongamos que tengo un hijo que se los traga de manera compulsiva. Tantos se traga que, al mear, el baño huele a clorofila. Si después de pasar por un campamento para niños compulsivos, un psicólogo, un psiquiatra y la catequesis, sigue insistiendo en tragárselos, bueno, entonces puede que le diga eso de que se te pegan las tripas.