miércoles, 28 de julio de 2010
25. Nena, si es gratis, tú lo coges, luego ya veremos qué hacemos con eso
Este consejo es toda una filosofía de vida. Existen personas que si algo es gratis directamente no les gusta, existen personas que si algo es gratis les parece mejor, y luego está mi madre, a la que no disfrutar de algo que es gratis le parece pecado mortal.
A mi madre las promociones le vuelven loca. Esta frase es poco concisa, demasiado usada. Cuando digo le vuelven loca, es real. Se transforma. Las manos se vuelven más prensiles que nunca. Pareciera que los monos sólo hubieran evolucionado para que el pulgar y el índice de mi madre se pinzaran para coger aquel balón de playa de Nivea. Porque cuando algo es gratis, ella lo coge con tanta intensidad que parece que va a reventarlo. Bueno, los monos evolucionaron para eso y para cuando la nena decía algo fuera de lugar delante de extraños y ella me metía "un pellizco de la muerte" (Sí, mi hermana y yo les pusimos nombre). ¿Qué tendrán esas manos de madre para meter semejantes pellizcos? Retorciditos, pequeños, precisos... Olvídate de los métodos de la inquisición. Tú le pones a mi madre al lado de un ateo a meterle pequillizcos, y vaya si cree en Dios. Y si lanzas a mi madre con tres amigas más, te evangelizan el nuevo mundo en un par de semanas.
Cuándo utilizaba el consejo:
En el super, en la playa, en el centro comercial...
Alguna vez incluso en una basura:
- Mamá que eso lo ha tirado la gente porque no sirve.
- Nena, no les sirve a ellos, pero igual a nosotros sí.
- Pero mamá ¿nosotros para que queremos un cortacesped? Si no tenemos jardín.
- Mira nena, si es es gratis, tú lo coges, luego ya veremos qué hacemos con eso.
- Pues tirarlo a otra basura- decía entre dientes.
- Te he oído, nena, a mi no me repliques que te pongo a pasar el cortacesped en mi jardín imaginario todo el día y te enteras para qué sirve ¿eh? Has oído ¿no? Pues ahora lo coges y lo empujas hasta casa.
Consecuencias del consejo:
Yo ya he cogido todas las cosas gratis que una persona se merece a lo largo de su vida. Es decir, ya me he humillado lo suficiente:
-He ido a por pelotas de Nivea con la frase preparada "Deme dos, que mi hermanito está cojo y no puede venir a por la suya".
- A por degustaciones de queso en el super "Niña, ¿tu madre te da de comer? Es el quinto trozo que te doy.
- A por batidos a la salida del cole ¿Niña no te he dado antes una caja? Huy sería a mi gemela.
- A por yogures en el centro comercial "Deme dos, que soy hija de padres separados". Eso le enternecía a todo el mundo. "Pobrecita, dale otro, que tiene que sufrir mucho".
Eso sí, excepto los albúmes que regalaban a la puerta del cole, esos no, que llevaban droga. y que era lo único gratis que he querido yo en mi vida.
Excepciones para utilizarlo:
Si regalan oro, dinero, diamantes, ferraris y casas de lujo, futuros hijos míos, más os vale llegar los primeros. O puede que acabéis conociendo el temido pellizco de la muerte.