lunes, 30 de agosto de 2010

32. Nena, ¿Crees que soy la dueña del Banco de España?

Bueno, en realidad, la formulación era BancoEspaña, del tirón. Y a mí me daban unas ganas horribles de decirle:
- Pues sí mamá, porque si yo de paga tengo 2 duros y en tu cartera hay más de 600 veces esa cantidad... Pues sí, mamá, algo tienes que tener tú con el Bancoespaña para tener tantííiísimo dinero con el que me podría comprar todos los huevos kinder del mundo. Ahora, que no lo haces porque no te da la gana.
Pero sólo me daban ganas de decírselo, porque si yo le contestaba así a mi madre, me regalaba a los gitanos del circo, que ya me lo tenía advertido.

Variaciones del consejo:
Pero tú te crees que soy la dueña de Iberdrola.
Pero tú te crees que el dinero lo regalan.
Pero tú te crees que el dinero crece en los árboles.

Cuándo utilizaba el consejo:
Pues siempre que le pedía algo, fuera un capricho una necesidad. A mi madre todo le parece un gasto.
- Mami me compras un estuche nuevo.
- Pero si tienes el que te compré el año pasado. Nena, ¿tu te crees que soy la dueña del BancoEspaña?
- Es de hace dos años mami.
- Está como nuevo nena, y no me llames mami que me pone nerviosa.
- Mamá pero si no cierra, la cremallera está rota.
- Ah ¿y se la he roto yo? He sido yo ¿no?
- No mamá, se ha roto de usarlo mucho.
- Pues nena, no te pienso comprar otro para que lo rompas otra vez. (¿Os habéis dado cuenta? Ya no estamos discutiendo sobre comprarme o no el estuche, estamos hablando de que la nena rompe cosas constantemente. Otro poder de madre: manipulación).
- Pero mamá es que Martita tiene uno super chulo con un organillo en la tapa y puedes tocar canciones mientras haces la tarea.
- ¿Un organillo? Mira nena, tú haz las tareas centradita y en silencio, sin musiquitas, que yo artistas no quiero en la familia. ¡Un estuche con música!, qué inventarán. Un estuche lo que tiene que hacer es guardar bolis y punto. A parte que tú desafinas cantando Campana sobre campana, que mira qué es difícil, así que no vamos a tirar el dinero.
- Pero mami y ¿cómo llevo los bolis dentro de este estuche roto?
- Ni mami, ni zarandajas.  Le pones una goma y haber si cuidas un poco las cosas que el dinero no me lo regalan, ¿eh? nena.

Consecuencias del consejo:
Odio al Bancoespaña, ¡cabrones de mierda! Qué os costaba haberle dado a mi madre 500 pesetas para un estuche con órgano, ¿eh? Que sólo dos niñas de mi clase no tuvimos ese estuche y Laurita era la niña que creía que no había cosa más divertida que mirar un metrónomo durante horas. Pues eso, cabrones, a ver cómo queríais que tuviera una vida social normal con un estuche cerrado con una goma. Es que es pasar por la calle Alcalá y me tengo que cambiar de acera, porque me entran unas ganas de prenderle fuego al edificio, que miedo me doy.

Excepciones para utilizarlo:
No pienso utilizarlo. Mi frase tipo será algo más:
- Mami que quiero un estuche que vuela. (porque en mi mente de los 80, todo en el futuro debe volar).
- No tengo dinero porque me lo gasto en terapia para superar un exceso de educación maternal.
- Pero mami...
- Ni mami, ni zarandajas.
Me gusta cómo suena zarandajas aunque ni idea de qué significa.