Sí, tengo padre. Pero mi padre no es un drama papá. Es más bien lo opuesto. Voy a intentar ejemplificar por oposición su diferentes maneras de educar:
Cómo dar órdenes:
Drama mamá: "Nena, pon la mesa hoy antes de que lleguemos. Que tu padre tiene poco tiempo para comer y se le pone ese caracter un poco como torcido. Pon la vajilla de diario, ni se te ocurra poner la buena, que ya rompiste un plato la última vez. Y acuérdate de poner mantel. Que ahora la gente piensa que no hace falta, pero comer con mantel de tela es algo que no se debería perder. ¿Qué es eso de comer como en las tabernas? En mi casa se come como Dios manda: con mantel y servilletas de tela. Que lo que se aprende en casa, se hace luego. Y pon cucharas que hoy tenemos sopa. Mira a ver si hay cuatro iguales de las que tienen un lazo en la base, si no, te friegas una, que no te va a pasar nada. Y pon salvamanteles, que siempre se te olvida. ¿Me has oído nena?".
No drama papá: Mi padre no gasta palabras. Te deja un cuchillo encima de la mesa de la cocina y mi hermana y yo que ya conocemos su lenguaje subliminal sabemos que tenemos que poner la mesa. Listo.
Cuando nos llamaban a comer:
Drama mamá: "Nenassssss a comer. Mira que como tenga que ir yo. Que os he dicho que apaguéis la tele. Que os quedáis como embobadas, que parecéis dos zombis. No lo vuelvo a repetir: a comer ahora mismo o estáis castigadas un mes sin tele. A ver si así aprendéis a obedecer a la primera".
No drama papá: cortaba la luz general de la casa. No había tele. A comer. Listo.
Respecto a gastar mucho dinero:
Drama mamá: "30.000 pesetas de factura de teléfono. Nena, te vas a pasar la vida pagándome esta factura. ¿Me has oído? ¿Pero tu te crees que somos los dueños de Teléfonica? ¿Y de qué hablas? Si tienes 15 años, qué vas tener tú que contarle a nadie. No lo entiendo, de verdad. De qué hablas con tus amigas para gastar 30.000 pesetas si las acabas de ver. Pero, óyeme, una y no más. Tú al teléfono no te acercas. Me vas a matar de un disgusto. Pero qué te has pensado tú que eres hija de millonarios ¿no? Esto se va a acabar. Ya puedes aprender a comunicarte con Martita con tambores, porque lo que es la teléfono ni te acerques. Ya vas a ver cuando se entere tu padre".
No drama papá: Ese día cuando llegué a casa. La factura de 30.000 pesetas estaba pegada por fuera de la puerta, en el descansillo para recocijo de todos mis vecinos, con una nota de mi padre: "Piénsatelo antes de entrar". Listo. Yo me lo pensé, y me quedé en las escaleras llorando hasta que oí que se metían en la cama. Me colé sigilosa, bueno no tanto, porque mi madre vino corriendo y susurrando: "Te lo dije, nena, te dije que se iba a enfadar. ¿Has cenado algo? ¿Te hago una tortilla?". Ella se enfada mucho pero con la alimentación no se juega.
Sobre llegar tarde:
Drama mamá: "¿Pero qué horas son estas para llegar a casa? De verdad que no entiedo qué hacéis por ahi a estas horas. Y mira cómo vienes, con los ojos que da pena verte. ¿Qué has tomado? Algo has tenido que beber para traer esa cara. Que disgustos, por Dios, qué disgustos me das. Llevo toda la noche sin dormir, venga a dar vueltas pensando que te había pasado algo, y tú, tan tranquila, con la de violadores que hay. Yo no entiendo a la juventud de ahora. Yo a tu edad ya tenía hijos y no andaba por los bares, como una cualquiera. Ay, si hubieras tenido unos padres como los míos, otro gallo nos cantaría. Habrás cenado algo por lo menos, ¿no? ¿Te hago una tortilla?".
No drama papá: A la siguiente mañana: "Nena, a las tres de la mañana, a casa se llegada meada y cenada. Como vuelvas a armar semejante alboroto, te cierro con llave por dentro". Listo, porque tengo bien claro que me hubiera cerrado.
Sobre ponerme un pendiente en la nariz:
Drama mamá: "Estás loca nena. Eso es lo que te pasa. ¿Un pendiente en la nariz? Bajo mi cadaver ¿me oyes? Cuando vivas fuera de mi casa haces todas las locuras que te de la gana, pero mientras vivas bajo mi techo no te dejo que te agujerees el cuerpo. Lo que nos faltaba. Te mando interna. Palabra que te mando interna como aparezcas con un pendiente. ¿Tú has visto a alguien normal con un pendiente? No, no, no. Lo que tengo que aguantar. ¡Me estoy ganando el cielo contigo! Que castigo señor. Como se entere tu padre...".
No drama papá: "Si tu te haces un pendiente, yo voy a ir a buscarte al colegio todos los días con una pamela. ¿Vamos al practicante a que te lo hagan? Yo te lo pago". Oye listo. Se me pasó la idea.
Consecuencias del consejo:
Dadme mil enfados de mi madre frente a un mosqueo de mi padre. Yo me apaño.
Fobia a las pamelas y extraña relación mental entre los disgustos y las tortillas.
Excepciones para utilizarlo:
Son el equipo perfecto. Lo que le sobra a uno le falta al otro. Ojalá futuros hijos míos tengáis las suerte de tener dos padres que se equilibre tan bien, porque imaginaros que os tocan dos drama papás. Eso no hay ser humano que lo soporte.
Jajajaja, mira que ya le tengo cariño a tu madre, pero tu padre me ha despertado una especial simpatía... :)
ResponderEliminarBesos!
pues no sé si la simpatía es uno de sus fuertes... Aunque, efectivo es un rato, eso seguro
ResponderEliminarNena me meo contigo!!
ResponderEliminarQué pareja tan graciosa, la de tus padres, nena! La verdad es que entre las madres de mis amigas se estilaba mucho lo del "como se entere tu padre...". Yo, como soy hija de madre soltera...
ResponderEliminarBesos!!
Pues si me quedaba alguna duda, me cae mejor tu madre ahora después de "conocer" a tu padre... Estos hombres de antes, qué carácter, qué parquedad de palabras... Hasta me he sentido identificada, aunque yo no las he liado tan pardas (joder, 30.000 ptas de factura del teléfono...).
ResponderEliminarA mí mi padre me echó el pestillo con 26 años. Menos mal que sólo eran las 12 de la noche, porque mi padre es sordo, el timbre no lo oye desde la cama, y las patadas que le di a la puerta las debieron de oir todos los vecinos... Y encima, cuando me abre la puerta va y me dice: "Ah, si yo creía que estabas en la cama..."
Pues te digo una cosa, yo prefiero mil veces un mosqueo paterno a esa turra infecta materna, que la conozco bien, y encima en su versión histérica gritona. Eso sí, lo de hacerme la tortilla, sagrao. Si es que así tenía que salir yo neurótica por narices, hombre.
ResponderEliminarGrande, grande blog, te sigo :-D
Jaja que recuerdoooos me traen todas esas frases :)
ResponderEliminarJajajja, tu padre es genial!!! Lo de la factura y la Pamela es tronchante! (Aunque supongo que cuando la viste no te hizo ni puñetera gracia) Yo tb pienso que es más efectivo, de hecho he probado cosas parecidas cuando cuidaba a mis primos y fue mano de santo...
ResponderEliminarPor cierto, te gano en la factura de teléfono, el discurso de mi madre fue parecido cuando llegó una de 52.000 ptas. :-)
"Turra infecta materna" jajaja, pero que exactamente lo dices nena. Ahora que un mosqueo de mi padre es una jodida tempestada, palabra.
ResponderEliminarDrew
Ahora es simpático, con 15 años, vivía muerta de miedo con qué iba a hacer para humillarme publicamente!
bbs a todos
jajaja, mis padres son igual. Mi madre era la mamá drama y mi padre no chillaba pero lo poco que decía era contundente. De adolescente, cuando llegaba tarde en la madrugada a casa, odiabaaaa encontrarme a mi madre despierta porque a esas horas se ponía a discutir. Mi padre no, el sólo salía al pasillo para que yo viera que él ya sabia que estaba llegando tarde y que ¡estaba castigada! Así sin dramas como tu dices.
ResponderEliminaryo me pregunto... seremos hermanas??
ResponderEliminarEs que una mamá drama, sólo puede tener como esposo un papá no drama... es que imagínate que le quite el protagonismo... Simplemente no lo habría escogido de pareja.
ResponderEliminarY eso de que las mamás se angustian por si los hijos han comido, comienzo a comprenderlo y a portarme igual, jejejeje... Es que una siente que con la panza llena aguantan lo que venga!
Mis padres son igualikos a los tuyos. Mi madre era todo palabras, a perseguirte con sus lamentos de madre sufridora (pero a mi me ofrecia un bocadillo de queso en vez de la tortilla).
ResponderEliminarAhora, mi padre era de los que no dicen nada hasta que se enfadaba de verdad y subía un grado el volumen de la voz. Nadie llegó a verlo subir la voz más allá (nadie tenía narices pues todos imaginabamos que eso podía convertirse en el inicio de una pesadilla que la de Elm Street se iba a quedar en sesión para bebés)
Ya veo que sí, definitivamente los padres también comparten una gen!
ResponderEliminarA mí mi padre me miraba un poco atravesado y ya me meaba. Y fue así hasta que estuvo bien viejecito, eran otros tiempos ....
ResponderEliminarA mi madre le encantaba amenazarme con eso de
"deja que tu padre se entere"
Una anécdota y termino, cuando comenzó la minifalda, todas salimos locas a subirnos la falda, aunque nunca tan corta como hubiéramos querido. Bueno el caso es que yo le subí el vuelto a un vestido que tenía, a mi madre no le gustó y lo que hizo fue esperar a que mi padre me viera con él puesto y decir: "Lola, esa falda está corta". Y mi padre que nunca se fijaba en esas cosas, dijo, "SI ESTÁ CORTA". Tuve que cambiarme para poder salir a la calle.:-(
Besitos
ay qué risa con tu padre y la pamela! jajaj, menos mal q él ya sabía que tenía la autoridad bien adquirida contigo porque si no....ya me lo imagino yendo a buscarte con un pamelón.
ResponderEliminarMi padre, tb tenía bien asentada la autoridad. Sin ser traumático, pero si decía A era A, y si dec´cía B era B. Siempre. Asiq una mirada y ...ya sabías lo q iba a pasar. Como debe ser.
Yo que perdía el bus habitualmente cd salía, cd me ponía a explicarle la excusa a mi padre, él extendía la palma al alto (para que dejara de hablar ya) y decía "no me cuentes historias. Si tu estás en la parada cd el bus llega, no lo pierdes. Si lo has perdido es porq no estabas en la parada. No hay más que hablar". Ale.
Mi madre, que lo de que yo saliera la pobre lo llevó atragantado (fui la 1ª), me soltaba tb lo de "yo no se q haceis hasta esas horas por ahí....pero a ver ¿qué es lo que haceis a esas horas de la noche ya? si a esas horas ya no hay nadie por ahí...", si la hay mamá, estamos los de nuestra edad.
Yo tb dije que quería ponerme ún pendiente más en la oreja. Mi padre dijo no. ¿qué utilidad y sentido tiene eso? me dijo. Mi madre me animó, pero era una estrategia (me daban miedo los pinchazos asiq ella tan convencida de que ni de coña me dejaría pinchar la oreja). No debió pensar lo mismo cd aparecí con él hecho. Claro que después perdí credibilidad cd me mareaba y me ponía fatal cd tenía que ir a extraerme sangre.
Un besazo Nena!
Beä.
-Papá yo también quiero ponerme otro pendiente en la oreja
ResponderEliminar- Ah sí? Pues trae el taladro que yo te lo hago...
NOTA: Evidentemente no llevo más agujeros en las orejas.
Mi padre se pasaba los meses en un barco; y cuando mis hermanos o yo nos pasábamos un poco de rosca...ahí estaba mi madre al acecho con su frase..."cuando llame tu padre se lo voy a contar" o "cuando llegue tu padre te vas a enterar"...que manía con que mi padre pareciese un ogro...
A mi padre con una miradita se le entiende perfectamente...jajajaja... y mi madre sin embargo...grita, relata,..etc etc...
Una vez se me ocurrió decir (de pura coña, por ver la reaccion de mis padres) que me iba a hacer un tatuaje y a ponerme un pendiente. Mi padre, muy amable y disciplente, se ofrecio a hacerme el agujero en la oreja con un sacabocados (de los de hacer agujeros en los cinturones) y me amenazo con un cepillo de puas de hierro oxidadas que andaba por el patio para quitarme el virtual tatuaje...resta decir que hoy en día no tenga nada de eso en mi cuerpo con semejante entusiasmo...
ResponderEliminarMi padre era parecido, sólo que acababa las frases cortas, contundentes y concisas diciendo: ¿ESTAMOS? jejeje.. pero en el fondo sigue siendo un cachondo mental, y es un abuelo cariñosisimo, mis hermanos y yo nos hacemos cruces..
ResponderEliminarCreo que siempre hay un equilibrio entre el padre y la madre.... nunca hay dos dramas.... siempre hay uno que lleva la autoridad y el otro al cual le puedes contar cosas no? o por lo menos en mi caso fue así. Luego murió mi padre al cual le contaba mis cosas y se puso chungo todo pero ahora mi madre se ha convertido en las dos cosas.... :) (después de vieja jejejeje)
ResponderEliminarAunque nunca llegó a ser tan literal, el concepto era claro:
ResponderEliminarMi padre pegaba una hostia en la mesa que saltaba todo lo que hubiera encima, y todos los que estuvieramos cerca saltábamos también, y decía:
- ¡¡Aquí se va a hacer lo que le dé la gana a tu madre!!
Porque una cosa es la autoridad, y otra el gobierno.
ay Victor, en el fondo, siempre está la drama mamá gobernando, auqnue no se note
ResponderEliminarjaja, pues en esta casa yo puedo hablar en todos los tonos, amenzar, gritar y colgarme de la lampara, ni caso... y el padre se pone serio y las niñas se alinean de inmediato :/
ResponderEliminarme encantó lo de "aqui se hace lo que le de la gana a tu madre! XD
Me estoy riendo todavía con lo de "aquí se hace lo que le dé la gana a tu madre!"
ResponderEliminarMi madre, cuando yo era pequeña, era de las de zapatilla... Mi padre me obligaba a sentarme con él, explicarle qué era lo que había hecho mal, por qué lo había hecho mal, qué iba a hacer para remediar el mal ya hecho, qué iba a hacer para no volverlo a repetir, y qué castigo creía yo que me merecía.
Lo mejor de todo era que mi padre era capaz de aguantar la risa cuando yo le decía que por lo menos un mes sin tele y una semana sin salir a jugar!!!!!!!
Al final yo le pedía por favor a mi padre que me castigase mi madre. Eso era rápido, un par de zapatillazos, unos gritos, un castigo y pa cama después de cenar llorando! Nunca sin cenar! Si juzgaba que la cosa era tan grave como para mandarme a la cama sin cena después me traía un tazón de leche o algo así! jajajajaja
La primera vez que mi padre me cazó de resaca, en lugar de echarme la bronca, o de pegarme un sermón, me agarró por la cabeza, me abrazó como un oso, y se puso a gritarme al oido que si me lo había pasado bien o mal!!!!!!!!!! ¡¡¡ mi madre por lo menos me gritaba a lo lejos!!!!
Eso si, mi padre mientras hacía eso tenía una sonrisa en los ojos que aún hoy echo de menos...
Mi marido y yo estamos llorando de la risa los dos con tu abrazo de oso estand de resaca!
EliminarCreo que si pudiese me pasaría toda la mañana leyendo este blog recien descubierto. Felicidades por tus historias y tu humor. Tu padre: el mejor. jajajaja. El mío no me dejaba ni pisar fuerte ni dar un ligero portazo cuando manifestaba mi desacuerdo por un castigo con solo mirarme. Falto de palabras, sobrado en convicción jajaja
ResponderEliminarencantada de conocer a tu padre, qué grande!
ResponderEliminareso sí sólo con él no nos lo hubieramos pasado tan bien con este blog
ja ja
Ay estos padres...
ResponderEliminarEl mío no tenía ni que hablar, bastaba una mirada para que supieras que te la estabas jugando.
Su frase típica era "te cuento tres", comenzaba a contar y pobre de tí como le hicieras llegar al dos
"a que cuento hasta tres." Es lo que le decimos a nuestro peque de tres años, y es súper efectivo. De hecho la mayoría de las veces contesta con pueden un "no contes!!!" Lo que aún no sé es qué pensará él que va a pasar si llegamos al tres, porque aún no se ha dado el caso ;)
ResponderEliminarMe encanta el blog.
jajaja.... me parto!!
ResponderEliminarsoy fan de tu no drama papá desde ya... jajaja
jajajaja me parto, soy fan de todas tus entradas!! y cada vez me entran más ganas de conocer a tu padre jaja
ResponderEliminarBuenísimo, tus padres son la pareja perfecta.
ResponderEliminarHoy empiezo a seguirte por recomendación de Drew. Te puedo asegurar que NUNCA me he reído tanto con una entrada, y nunca me he sentido tan identificada con tu padre y tu madre. Los míos eran igual, y creo que es momento de empezar a reírme de los traumas infantiles ;)
ResponderEliminarTe sigo, y con mucho gusto!
Besos
Me recomendó mi hermana este blog y desde que empecé a leer no puedo parar(solo cuando las lágrimas de la risa no me dejan ver)...
ResponderEliminarMe siento muy identificada como hija, pero también me sorprendo diciendo alguna frase como madre... Tendré que dejarlo (o al menos intentarlo) porque mi marido dice el 90% de ellas y pobres hijas mías si tienen un dramapapá y una dramamamá....
No dejes nunca se escribir estas joyas...
Aun hoy recuerdo un día que llegue tarde a casa sobre las 7h de la mañana (con 18 años) y salió mi padre al pasillo, le digo me he levantado pronto para ir a por el pan y me contesta: el pan lo he traído yo a las 6h de la mañana cuando volvía de trabajar del turno de noche..... MIERDA!!!
ResponderEliminarEl sabado siguiente lo pase en mi habitación llorando como un alma en pena consolada por mi madre y las llave del coche guardas en el bolsillo de mi padre... ainsssssss
MJ
Acabo de descubrir tu blog y me lo voy a leer enterito, palabrita.
ResponderEliminarDe todas maneras, veo que soy una excepción, porque yo sí he tenido una drama papá, además de una drama mamá (y una drama hermana menor). Tienes razón, eso no hay quien lo aguante, no tienes ni idea de la cantidad de problemas que me supuso tanto drama a mi alrededor, además de cierta insensibilidad emocional para con los reyes y reinas del drama que me he ido encontrando a lo largo de mi vida, he tenido serios problemas de autoestima y confianza en mí misma que no conseguí superar del todo hasta que conocí a mi actual pareja.
Conclusión: tengo dos niños, la parejita, y nunca los dejo con mis padres más de un par de días, en los que hablo con ellos mil veces y reafirmo su confianza y autoestima, me da pánico que mis padres les machaquen como me hicieron a mí (con mi hermana hago lo mismo). Los drama-papás son lo peor, una cosa es que te diga uno que no sirves para nada y que te va a regalar a la primera señora que diga qu eres una niña muy guapa (miedo a parecer ni remotamente mona) y otra muy diferente es que te lo digan tus dos amados progenitores. Además, creo que tengo cierta pérdida de audición de tanto grito en mi infancia y adolescencia.
en fin, si alguno es de montar dramas, por favor, que como alguien escribía más arriba, busque el equilibrio. Esto es lo que quería deciros, pero me he enrrollado un poco!
Sigue con el blog, es genial ver lo que nos parecía un mundo desde fuera y contado con tanto humor. Gracias.
Pues con lo del teléfono en nuestro caso fueron 20.000 pesetas, las culpas se las repartieron, más bien lanzaron entre mi hermano mayor (ruptura con novia), mi hermana (empezar a tontear) y mi madre (habladora compulsiva, a parte de drama mamá, lo tengo claro)...mi padre sólo lo preguntó una vez, como no hubo consenso le puso un candado a la rueda del teléfono...porca adolescencia en la que le tenía que pedir a amigos, compañeros de clase y posibles ligues que me llamaran ellos a mi...los posibles ligues por supuesto pasaban.
ResponderEliminar"¿Pero qué horas son estas para llegar a casa? De verdad que no entiedo qué hacéis por ahi a estas horas." Esta misma frase y lo de "has cenado, te preparo algo" la he oído, buffff...
Pero lo mejor en cuanto a salidas nocturnas fue una gran ecatombe etílica un verano en la que llegué a casa de mis padres (si, veraneo allí) a las 8 o 9 de la mañana...a la 12:30 mi madre abrió la puerta de lo que era una sauna de vaos de cerveza y tabaco...y me susurro: "Suso...tu bebes no?"
Saludos.
Mi padre, después de una monumental bronca (y mi padre era de los de "con una mirada basta", así que una bronca de mi padre era para morirse del miedo), pegó la factur junto al teléfono (no recuerdo el importe), y también nos hizo marcar a mi hermana y a mí cuáles teléfonos de la lista detallada eran de cada una, para devolverle el importe exacto de nuestro gasto... (al final creo recordar que no nos lo cobró).
ResponderEliminar¡qué recuerdos! anda, que si llega a haber tarifa plana entonces... no me habrían despegado del auricular... jeje "¿pero qué tenéis que contaros, si os acabáis de ver en clase?"
Yo el problema del teléfono no lo tuve... mi padre ponía tales caras cuando hablabas, así fuera medio minuto que yo tenía una hucha en la que iba metiendo dinero suelto (me daban una paga al mes y al final del día todo lo que eran duros, y monedas de cinco duros iban a la hucha) y para llamar me bajaba a una cabina telefónica.
ResponderEliminarEl de llegar tarde... mi madre me echaba las broncas rollo mamadrama si, y más me valía haber comido algo por ahí porque de hacerme una tortilla ná de ná y de dejarme entrar a la cocina a picar algo menos de menos. :P
Mi padre pegaba un grito y un golpe en la mesa, empezaba la frase con un "cagon dios" y seguían 5 o 10 minutos de gritos y cabreo. No drama, pero sí "como esto vuelva a pasar no sales de casa en un mes" y cosa así.
Por lo general mi madre tampoco era excesivamente drama, tb te decía el cabreo cabreo y listos. Ahora que bien recuerdo la discusión de que tenía que llamarla cada hora cuando salía de noche, y yo diciendo "pero a ver, si el miedo es a que me pase algo, tiene más peligro que salga de un sitio dónde estoy rodeada de gente a buscar una cabina para llamarte que no hacerlo" de veras es que no entendía la tontería. O la de "es que no me duermo hasta que llegas" y entrabas por la puerta y había concierto de ronquidos a duo y me costaba 15 minutos despertar a mi madre para decirle "ya llegué" porque ella decía "no si yo no estoy dormida profundo, me tocas un poco el pie y ya despierto" y yo le tocaba el pie, y el hombro y la zarandeaba un poco y a veces me cansaba y prefería tener riña por no haberla avisado que tirarme ahí intentando avisarla otros 10 minutos con el sueño y las ganas de meterme en la cama que tenía :P
Me gusta tu padre, el mio era bastante mas tirano... Y asi procure que todo lo que hacia no se enteraran mis padres por la cuenta que me traia!
ResponderEliminarMi madre siempre usaba la dichosa frase con un acento dramático que ríete tú del Actor´s Studio...y mi padre que era un santo varón solia pasar de esas chorradicas...
ResponderEliminarRecuerdo una vez que pillé una curda o intoxicación etílica de cuidado...mi madre dándome la lata "que para que bebes si no sabes, no te da verguenza, etc, etc " que no me acuerdo por la tremenda resaca; mi padre sin decir nada, se levantó, y sin decir nada me dejó delante una tostada seca y una manzanilla con mucho azúcar, y se fue a la otra punta del piso hasta que tuve ánimos de sacar la cabeza del retrete. Mi padre era genial para esas mañanas.