Oye mira, el típico consejo que no necesita un post para explicarse porque dudo que haya un sólo niño, por muy tonto que sea, que no lo entienda. Luego, eso sí, estaba la opción kamikaze: seguir enredando. Y yo era muy de eso.
Cuando utilizaba el consejo:
Cuando éramos niñas, yo creía que mi hermana podía volar. En serio: estaba convencida de que podía volar. Sí, yo era imaginativa y poco despierta. ¿Mi teoría? Mi hermana es cuatro años más pequeña que yo, por lo tanto, más bajita, por lo tanto, si saltábamos desde una mesa, ella llegaba más tarde al suelo, por lo tanto, si le ponía unos cojines debajo de los brazos y le hacía agitarlos, mi hermana volaría, por lo tanto, queda confirmado que yo muy despierta no era y mi hermana no volaba.
Lejos de pensar que mi teoría sobre la hermana bajita voladora no era cierta, la subía encima la mesa, la empujaba con fuerza, y luego le pegaba por no mover los cojines con suficiente esfuerzo:
- ¡Pero agita más los brazos! ¡Que pareces tonta! Anda que si yo pudiera volar, iba a desaprovechar la oportunidad, pero no puedo porque soy más alta que tú y llego antes al suelo. ¿Lo entiendes? Así que te subes otra vez, y le das bien fuerte, o te voy a dar yo más fuerte.
Lo dije justo a tiempo para que lo oyera mi madre que entró en estampida al cuarto.
- Nena, lo tuyo no tiene nombre. Pero qué volar, ni qué volar. Yo sí que te voy a hacer volar a ti, pero de un sopapo. Y deja a tu hermana en paz, que no haces más que enredar. Trae aquí tu mano.
Quien dice trae, dice que mi madre la cogió por si misma, es decir me enganchó de la muñeca de un tirón y puso su mano al lado de la mía.
- ¿Qué mano es más grande nena?
- La tuya- yo sabía que estaba al borde del precipicio.
- ¿Estás segura? Compruébalo bien, asegúrate.- yo le miraba con cara de alucinada pensando "Esto tiene trampa, tiene trampa seguro".
- La tuya es más grande- dije con miedo.
- Y si mi mano es más grande, ¿cuál crees que dará sopapos más grandes? ¿La tuya o la mía?- "Aquí va a haber sopapo seguro", pensé "esa es la trampa".
- La tuya...- dije apartándome un poco.
- Pues como te vea pegarle una torta más a tu hermana, te voy a demostrar que mis leyes físicas sí que son de verdad, y no las tonterías que te andas imaginando. ¿Estamos? Así que deja ya de enredar, nena, o te llevas un sopapo.
Consecuencias del consejo:
La física me parece una mierda.
Mi hermana casi me saca los ojos cuando le explicaron en clase la ley de la gravedad.
Mi madre vivía con miedo constante y me decía cosas como: "Nena, ¿tú sabes que todas las personas se queman con el fuego por igual no?, o "Las personas no rebotan", o el mítico "Todos, nena, y cuando digo todos es todos, necesitamos oxígeno tooodddooo el rato ¿lo entiendes". Esto provocó cierta sensación en mí de que me tomaba por bastante imbécil, con razón eso sí, pero imbécil.
Terror. ¿Sabéis lo qué es peor que un sopapo? La amenaza del sopapo que nunca llega.
Excepciones para utilizarlo:
Bueno... Tengo que admitir y, lo siento futuros hijos míos, que la palabra sopapo.... ¡ME VUELVE LOCA! ¿Pero habéis oído como suena? Prometo utilizarla con contención, pero así, como consejo, más os vale no enredar.