Katharte |
Estamos en un momento apocalíptico. Tengo catarro y he perdido un kilo. Lo que en la cabeza de mi madre significa: muerte inminente. Así que cada vez que le llamo, ando haciendo cosas rarísimas para que no me note la congestión. Le hablo con voces. A veces hago de chiquito, de Mariano Rajoy, de lo que me surge. Yo imito fatal, las cosas como son. Y ahora mi madre se piensa que estoy como una regadera. Razón no le falta.
Cuándo utilizó el consejo:
Reproduzco a continuación una conversación acontecida hace 10 minutos:
- Hola nena ¿ya estás en casa?
- Sí, vamos comerrr ahorarrr.
- ¿Pero qué te pasa? ¿Estás tonta?
- Norrr, es que estoy imitando a Chiquitorrr.
- ¿No habrás bebido? Que como yo me entere que has bebido, y más a estas horas, cojo el tren y me planto a darte un buen sopapo.
- Que no boluda, que estoy haciendo el tonto (con un acento argentino de mierda) ¿ves ahora en argentino?
- ¿Esto en público no lo haces, no? Bueno, déjate de tonterías ¿qué vas a comer? Que la última vez que te vi, habías perdido peso.
- Lentejassssss (a lo Rajoy)
- Ya vale nena, que me estás poniendo mala. Además ¿quién narices se supone que eres?
- Soy Rajoy… - Tú lo que eres es tonta. Toda la vida igual. Qué paciencia contigo. Pues échale bien de chorizo a las lentejas, que tengan chicha, que te vendrá bien.
- Lo que usted diga ama (con voz de pito, yo que sé, mi repertorio tampoco da para tanto).
- Pero mira que eres pesada. Déjate de tontadas. Y a ver si te centras un poco. Que ya tienes 32 años, que yo a esa edad ya te estaba aguantando a ti. Y tú sigues viviendo como una adolescente. ¡Como si fueras una hippie! A ver si asientas un poco la cabeza. Te compras un piso como dios manda y no andas por ahí de alquiler, que eso es tirar el dinero, que te lo tengo dicho. Algo que sea tuyo, que la vida da muchas vueltas, nena. Y yo creo que ya tienes edad de dejar la tontería esa de escribir y sacarte una oposición, que eso es trabajo seguro, y no las tontadas que haces tú. Que en cualquier momento te vas a la calle con una mano delante y otra detrás. Debajo de un puente vas a acabar viviendo a este paso. Ay si tú hubieras querido… Porque yo no lo entiendo, pero las monjas decían que eras muy lista. Bueno, y muy vaga, eso también lo decían, aunque yo eso ya lo veía. Que inventaste un sistema de poleas para no tener que levantarte a apagar la luz de tu cuarto. Eso es de vagos. ¡Ay! Si hubieras dedicado todo ese tiempo a estudiar. Ahora tendrías tu piso, con tus muebles, tuyo para siempre. Y no como ahora, que vas dando tumbos por toda la ciudad. 8 pisos en 10 años. Si es que eres culo de mal asiento. Pero ya te asustarás, ya. Y entonces querrás sacarte una oposición y tendrás el cerebro oxidado. Tiempo al tiempo.
Yo a estas alturas ya no tengo humor para imitaciones y se me escapa mi tono de voz congestionado, si disimular ni nada, a pelo:
- Mamá por dios que me deprimes…
- Uy ¿qué es eso? ¿tienes catarro?
- Brtttt, ggggggkjjjjjkk, ssssssss, Mamá, no te oigo, ssssss, brrrrr, me quedo sin cobertura.- y le cuelgo mientras le oigo decir a lo lejos:
- Abrígateeeeeeee.
Yo sé que no ha colado. En una hora me está llamando para regañarme por ir poco abrigada, por llevar “esos leggings que ni tapan ni nada”, por respirar por la boca “que todo se coge por ahí” y por comer pocas naranjas “que yo no sé qué tontería te ha dado con que te dan dentera los gajos”. Tengo una hora para deprimirme porque mi vida es una mierda y, en nada, voy a vivir debajo de un puente. Ahora tengo catarro y depresión.
Consecuencias del consejo:
Cuando pago el alquiler tengo la sensación de que le estoy prendiendo fuego al dinero o algo así. Y he estado echando un ojo a varios puentes bastante céntricos, que tienen su encanto.
Segunda consecuencia: miro a los opositores con odio. Su voluntad, es mi castigo.
Excepciones para utilizarlo:
Futuros hijos míos, por lo que parece sacarse una oposición ya no va a ser garantía de nada así que ese nos lo saltamos. Y lo de vivir debajo de un puente ¿cómo lo veis?