jueves, 3 de febrero de 2011

59. Nena, tú nunca seas la primera en nada.

101Birdtales
El otro día le dije a mi madre que iba a hacerme la depilación láser y me recordó uno de los consejos más raros que me solía dar:
-Ni se te ocurra nena, que eso no está ni investigado ni nada, a ver si te queman o te pegan algo raro, que nunca se sabe. No ha pasado tiempo para qué se conozcan las consecuencias, y las compañías lo único que quieren es ganar dinero. A mi costa no, desde luego, no me verás a mí esperando a que una señorita con unas gafas de marciana me apunte con una pistola de luz azul a la piel. Nooooo. Muy tonto hay que ser para caer en eso.
- Pero si se lo hace mucha gente.
- ¿Cuántos años han pasado desde que se lo hizo la primera? ¿Dos, tres?
- Pues no sé, mamá, algo más.
- Pues cuando esa primera mujer se muera con 80 años, feliz y rodeada de nietos, podrán decir que no tiene consecuencias. Yo mientras tanto me espero, que de toda la vida de dios nos hemos depilado de manera normal y no pasaba nada, que ahora sois muy finas. Yo con mi Antonia que me hace la cera perfectamente, y además me da conversación.
- Mamá hay que avanzar, si por ti fuera en esta casa no hubiera entrado ni un microndas...
- Mira la moderna. Nena, yo he sido toda una avanzada, aquí donde me ves, que tú no tienes ni idea lo que hemos tenido que pasar las mujeres de mi generación y todo lo que hemos tenido que inventarnos. Ni idea tienes. Eso sí, de ahí a creerme que no sé porqué magia divina la comida congelada se calienta, pues no, no soy tan moderna ni falta que me hace. Que así de pocha se queda la comida, algo malo le hará. Nunca hay que ser la primera en nada, nena, en nada. Ni en probar cosas nuevas, ni en ser la primera de la clase tampoco. El segundo puesto está de maravilla en la vida. Ya lo aprenderás. La más guapa, siempre acaba mal. Es mejor ser del montón. La más lista, siempre acaba sola. Por eso siempre os lo dicho: Yo quiero hijas del montón. Que los niños listísimos se los queden otros. Vosotras normalicas, como a mí me gustan, con una vida normal, un novio normal y un trabajo normal.
- Mamá eso es un poco raro. Todos los padres quieren que su hija sea la más guapa y la más lista.
- Pues yo no. Mira, la Mari Carmen era la guapa de mi colegio. Monísima, una mujer de bandera. Pues me la encontré hace poco, gorda como un tonel, que ya sabes que yo prefiero un hija gorda que una flacucha, pero hay que cuidarse, por salud. Pero como ella era tan guapa, pues se fue dejando. El caso es que nos ponemos a charlar, 40 años después, y de repente me saca del bolso una foto firmada por todos los chicos del colegio del al lado. ¡40 años después! Nena, esa mujer llevaba en su bolso esa foto vieja como el mayor trofeo de su vida. Ay me pareció tristísimo. Y todo eso por ser guapa. Yo como era del montón en mi bolso llevo tu foto y la de tu hermana, que menuda pinta tienes tú. A ver si te sacas una foto en la que salgas bien, porque es de la época en la que te dio por ir de sucia, porque ya me dirás tú que ese pelo rizado... ¡Ni la Pantoja nena! Que las que son muy morenas y con tanto pelo se tienen que peinar bien, que te lo tengo dicho, que si fueras rubia, pues puedes ir despeinada y pareces graciosa, ¡pero tú! Tú pareces sucia. Con lo mona que podrías ir si me hicieras caso. (Más spam) ¡Ah! y en el bolso también llevo el carnet de conducir, que creo que ha sido lo mejor que he hecho en mi vida, bueno, después de vosotras, que no sabes la libertad que te da eso de ir a dónde te de la gana. A por patatas, a por patatas, al Corte Inglés, al Corte inglés, a casa de mi hermana, a casa de mi hermana, y sin pedir a nadie que te lleve, que es casi como pedir permiso. Eso sí que ha sido la liberación de la mujer.

Consecuencias del consejo:
A mí destacar en algo me hacía sentirme fracasada, ya de entrada.
Segunda consecuencia frustración:
- ¡Nena! ¡Un cinco en matemáticas!
- Pero mami, no decías que no querías que fuera la primera...
- Pero mira la listilla. La segunda nena, te dije la segunda, no la listilla que solo quiere llegar al mínimo.
- Pero es que la de mates me tiene manía.
- Yo también te la tendría si no fueras mi hija, que eres muy listilla. Y ya te estás poniendo a estudiar desde hoy mismo si quieres volver a pisar la calle.
- Pero mamá...
- Chts. He dicho ¡YA!.

Excepciones para utilizarlo:
Futuros hijos míos, sin presiones, pero me encantaría que fuérais los primeros de vuestra clase en retirar a vuestra madre a vivir a una isla caribeña. Para el resto, pues lo mismo me da.