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A lo que íbamos. Este post va de como yo no quemé la casa de mis padres, que quede claro, que creo que no he empezado muy bien.
Sigamos. Los timbres hacen Ding-Dong. (Ya sé que estáis pensando: la hemos perdido, se ha vuelto loca, dadme tiempo, hombre, un poco de fe, que ya llevamos 77 post juntos). Pues los timbres hacen “ding” y a veces no hacen “dong”. Sí, sí, como lo oís. Lo sé, estáis en estado de shock. Pues ahí está la clave. Pero vete tú a explicarle a mi madre que el “dong” nunca llegó, y que el “ding” fue el culpable. Vamos, que la culpa fue mía, ella lo tiene claro.
El caso es que una mañana de junio, mi madre me dejó cuidando a mi hermana y dos vecinas más pequeñas, yo tendría unos 13 años o así. Llamaron a la puerta y, como estaba bien aprendida, miré por la mirilla, y no abrí a un desconocido que podía traer el mal a nuestra casa, que lo mismo se comía niños o era un enviado del diablo, cualquiera sabe.
Me fui tan tranquila a leer la Super Pop de contrabando de mi amiga Martita. Pero no había habido “dong”. ¿Quién iba a saber que el “dong” es vital? Uno no valora el “dong” del timbre hasta que lo pierde. Al rato, enfrascada como estaba en oscultar a la última novia de Mickael J Fox (joder que adolescencia) empecé a darme cuenta de que olía a quemado. Tampoco es que yo nunca me haya dado cuenta de las cosas muy rápido así que hasta que mi cerebro procesó todo era tarde. Ya sabéis: “huele a quemado, pero qué mona es esta chica, qué tendrá ella que no tenga yo, huele más fuerte, tengo que hacerme con el siguiente número de la Super Pop que trae un poster de los New kids on the bloks a doble página (una absoluta mierda de adolescencia), ¿de dónde puedo sacar dinero?, oye como huele a quemado, igual se lo pido a mi abuela, para mí que huele demasiado, y le pido a Martita que me la compre claro, este olor no es normal y eso… ¿es humo? Voy a ver, por si acaso. Lo mismo está ardiendo algo”.
Ya os he dicho que no era muy rápida. Abrí la puerta del hall y ¡sorpresa! (que sí, que a esas alturas aún me sorprendí) la puerta ardía, parte del parqué y de la caja del timbre saltaban unas increíbles chispas que amenazaban con llegar al armario. Bueno, pues lo bueno de ser un poco empanada es que actúas sin importancia, porque no valoras el riesgo de lo que sucede. Así que, con tranquilidad fui al cuarto, cogí una manta, cubrí a las 3 niñas y las saqué del piso. Me quemé las manos intentando abrir la puerta que se había inflado por el fuego, pero las saqué. Luego si queréis hablamos de mi acto heroico, que va a pasar desapercibido. Lo estoy viendo venir. Entramos en casa de las vecinas y llamé a los bomberos. Todavía estuve lo suficientemente empanada para darle un último buen mensaje a mi hermana:
- Llama a papá y dile que se está quemando la casa, que yo no he hecho nada y que estamos fuera y que vienen los bomberos. Díselo tranquila para que no se asuste, y repite que yo no he sido.
Justo después me entró la histeria y empecé a gritar: fuego, fuego por todas las escaleras. Solo salieron niños. Ni un adulto en todo el edificio. Los típicos últimos días de junio en que los hermanos mayores se quedan con los pequeños y se quema la casa de la del séptimo, cuál si no. Ya me imagino a las vecinas…
El niño mayor del edificio vino a mi rescate. Nos miramos, miramos el fuego y los dos lo tuvimos claro: Vamos a ser unos jodidos héroes. Cogimos una alfombra de mi madre y comenzamos a intentar apagarlo. Che, y lo conseguimos. Los bomberos llegaron y me costó explicarle la escena: unos 11 niños, 5 de ellos manchados por el humo, una alfombra quemada… En eso estábamos cuando se abrió la puerta del ascensor y mi no drama papá traía la cara más dramática que le he visto en mi vida. Mi hermana se había saltado algunos trozos del tranquilizador mensaje y solo le dijo:
- Papa, se está quemando la casa.- y colgó, de lo de que “yo no había sido” ni mu. Los bomberos miraron a ver si ese hombre estaba sufriendo un infarto y luego dijeron que había sido culpa del timbre (Escucha bien papá, le dije, del timbreee).
Aquí es cuando vuestra fe se ve recompensada: dijeron que hizo ding, se quedó enganchado y no hizo dong, y produjo una chispa, la caja del timbre es de plástico que arde muy rápido, y la madera también, más si es barnizada. Mi padre firmó un papel y se fueron. Mientras despedíamos a los niños llegó mi madre con la compra. Y ahí sí que nos costó explicarle la escena, el ding, y el dong, y la cajas de plástico, y la madera barnizada, y porqué mí no drama papá había perdido el habla y entonces, cuando llegué a la parte en la que Mikel, el del quinto, una alfombra y yo habíamos sido unos héroes, ahí se jodió todo.
- ¿La alfombra? ¿Qué alfombra? Porque no será la alfombra persa que me costó años comprar, que vale más que el coche, esa no será nena ¿verdad que no? Esa no puede ser- me vio la cara de terror debajo de todo ese hollín- Justo esa, me voy una hora, una hora y me quemas la casa, y encima me quemas la alfombra persa. Yo guardando 10 mantas viejas por si acaso, y tú coges la alfombra.
- Ha sido idea de Mikel- dije y miré para atrás. Ni resto de los 11 niños. Cabrones cobardes.
- La próxima vez coges una manta. Y qué es eso del ding y el dong. Vamos, que a los bomberos les podrás engañar pero yo soy tu madre, y seguro que algo has hecho. Los fuegos no se apagan con una alfombra persa, nena.
- Mami, pero si me he quemado las manos y todo por salvarlas…
- Menos teatro, que eres una peliculera.
Lo dicho. El único acto heroico de mi vida y ha quedado manchado por un quítame de ahí esas alfombras. En fin. La vida es dura.
Consecuencias del consejo:
Entro en estado de histeria a la espera del dong cada vez que llaman a la puerta.
Segunda consecuencia: la caja del timbre de casa de mis padres ahora es de hierro y en el armario de la entrada hay dos mantas viejas, por si acaso vuelvo a no quemar la casa.
Tercera consecuencia, de pequeña, creía que una alfombra persa era algo así como un tesoro, tipo:
- Mis padres tienen un Picasso.
- Pues nosotros una vez tuvimos una alfombra persa.
Cuarta consecuencia, creo en el “dong” sobre todas las cosas.
Excepciones para utilizarlo:
¡Con lo que valen esas alfombras! Futuros hijos míos, tranquilos, nunca voy a tener suficiente dinero para comprar una. Este consejo nos lo saltamos. Y la caja del timbre, de hierro, por si acaso.
PD. En serio, si alguien pincha en la casilla de "Yo también recibí este consejo", necesito que nos conozcamos. Tenemos demasiado en común como para dejarlo pasar. Quizás juntos podemos gobernar el mundo.
Ja, ja, ja, yo no recibí ese consejo, pero si quemé un poquito el trastero de mis abuelos...
ResponderEliminarEres una héroe, yo ni manta ni alfombra ni nada, salimos por patas y llamamos a los bomberos :D
Yo tuve suerte mi timbre hacia "preeeeeee", nada de ding dong
ResponderEliminar¡¡¡¡¡¡¡IMPECABLE!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar¡¡¡¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!!!
jajajajaja....creo que has encontrado "EL CONSEJO"...así con mayúsculas...
ResponderEliminarPero sabes qué? que ahora me quedo rallada con la plasticosa caja del timbre ¿¿??¿¿??
jajajaja, me partooooo!!!...muy bueno!!!......la super pop marcó la adolescencia de muchas niñas por lo que veo!!!
ResponderEliminary la alfombra de tu madre, jajaja....pero no se supone que el fuego se apaga echando agua??...jajaja
Mis galletas y otras cosas:
ResponderEliminar¿pero lo quemaste tú o fue culpa del "don"?
Diana: eres una jodida afortunada, un timbre preeee. QUiero eso en mi vida ya
Esto es para una que lo quiere así: mucha risita noto..., tendría que hablar con mi madre que no ha vuelto a tener una alfombra persa
María José: jajajajaj lo sabía, saía que algunos os ibáis a mosquear y esperar el "don" a partir de ahora. Lo sientooooo
Jezabel: Te voy a dar un consejo gratis, nunca eches agua a un fuego eléctrico, va a peor. Yo no lo sabía pero mi vecino Mikel sí.
Bueno yo no recibí ese consejo pero se puede decir que pertenezco al grupo de las que no se dan cuenta de las cosas muy rápido. A mis tiernos 12 años alguien decidió regalarme el famoso "Ceranova". No podía con las ganas de estrenarlo y a la mínima oportunidad (salida de mi madre a la compra del mes) me salté todas las normas y lo abrí. Hasta ahí normal, pero es que me puse a jugar con él sobre mi cama, con esos edredones de estampados ochenteros. Imagináis el resultado. Desde ese día es ver una vela y entrarme unos sudores...
ResponderEliminarMuchas gracias por tus consejos, te sigo desde hace tiempo y creas adicción. :D
La culpa es sin duda de Michael J.Fox y de ese sex appeal desgarrador que nos dejaba a todas sin aliento y con cara de ensopadas. Maldito flequillo divino y malditos jeans estrechos. Ellos quemaron tu casa. Sin dudalguna.
ResponderEliminarMe parto!
ResponderEliminarNo, nosotras (porque mi hermana y yo eramos un pack hasta hace poco) no quemamos la casa, pero tuvimos una experiencia con el fuego... se nos fue el santo al cielo viendo Embrujada, con una sartén con aceite al fuego para hacernos la comida. Mi hermana pensó, que qué mejor para enfriar el aceite que un poco de agua... tuvimos un pequeño Hiroshima en la cocina...
Yo es que me quedé viendo la tele y sólo ví el resplandor rojo de refilón...Lo que nos costó hacer desaparecer el manchurrón negro del techo......
Y con cortinas bordadas a mano ¿vale como consejo?... porque yo queme la cocina (bueno no yo, yo solo de dije a mi hermano que la gomina del pelo y un mechero harían fuego... y el jodio me hizo caso)Pues eso... que la cocina se empezó a quemar y yo agarré las cortinas de la puerta(que mi abuela bordó con ese salero que tenía)y lo apagué valientemente... Luego mi madre me dio un abrazo pero cuando habló con mi hermano me dio un sopapo que todavía no he encontrado yo mi presencia de espíritu...
ResponderEliminarMe meo. Pues yo no recibí este consejo, no, pero en mi bloque TAMBIÉN se quemó una casa con la coña del timbre que hizo ding pero no dong, puedes decírselo a tu drama mamá para ver si así te cree. Y también vinieron a llamar a mi puerta con el rollo de "fuego, fuego", y también estábamos mi hermano y yo solos en casa... pero no salimos a hacer de héroes con alfombras ajenas, porque teníamos bien aprendida la lección y también pasamos de abrir la puerta a quienes nos traían el mal xD. Al día siguiente, mi padre y medio bloque puso un timbre de los de PRRRRRRRRRRR para sustituir el de dingdong.
ResponderEliminarVirginia: es que tu madre era una kamikaze! a mi no me regalaban nada que pudiera arder, explotar o soltar gas! Lo que yo hubiera dado por un kiminova o un ceranova...
ResponderEliminarBlog de madre: ay, qué recuerdos, Mickael...
Nosoyinutil: jajajaja todos hemos tenido nuestro hirosima particular.
Descarriá: me meo "todavía no he encontrado yo mi presencia de espíritu" jajajaj un señor sopapo ¿eh? Y telita con tus ideas!
Oye Morti: lo mismo somos vecinas, porque nadie me cree cuando cuento lo del ding y el dong!
ResponderEliminarUna idea normal de estudiante de química... lo que pasa es que no me comprenden... lo mio es una mente privilegiada... ya veras tu cuando patente yo alguna bombilla de esas que se me encienden... voy a revolucionar el mundo entero...
ResponderEliminarDescarría: tu inventa, inventa, pero aléjate del fuego nena, por si acaso...
ResponderEliminarJajaja. ¡Pero qué buena la historia, nena! Cuántas veces te habrás despertado por la noche con sudores fríos pensando que si hubieras elegido la manta en vez de la alfombra persa ahora estarías cubierta de gloria y honores.
ResponderEliminarA mí me pasó algo parecido. Mi madre dejó leche fresca puesta a hervir y me encargó que la vigilara. Pero yo no sabía con qué frecuencia había que vigilar. Fui unas cuantas veces en los 5 primeros minutos, pero allí no pasaba nada. Así que me fui a ver los dibujos, que estaba Goku repartiendo a diestro y siniestro. Cuando volví a la cocina estaba toda la leche fuera, la olla quemada, la casa llena de humo y las cortinas chamuscadas. Salí corriendo a avisar a la vecina. Antes de venir se paseó por su casa comentando a toda la familia "Este crío un día nos va a matar a todos". ¡Qué simpática! Aunque subsanó un poco el desastre después.
Al poco tiempo llegó mi padre. Creo que un sopapo le pareció insuficiente, porque me dio tal patada en el culo que si el pasillo llega a tener más metros bato el record de salto de longitud de Carl Lewis.
esta es buena jejeje yo tambien voy a mirar lo del timbre q mis fieras ya empiezan a idear y la pekeña apunta maneras uff ,oye y ya sabes el dia q puedas le regalas a tu ama una alfombra persa jejeej q la cara q ponga sera un poema
ResponderEliminarVaya, menuda historia!!! Lo de "dile a papa que yo no he sido" me parece genial. Tu ya te la veías venir, eh? :-)
ResponderEliminarPor cierto, tienes que contar como sacaste a tu hermana y a las niñas, y que te pasó en las manos. Con el miedo que me da a mi el fuego, eres la heroína de la semana.
Dani: la patada en el culo es lo que se viene llamando un bonus jajajaj
ResponderEliminarPatricia Portugalete: ¿tú sabes lo que valen esas alfombras? y aleja a tu nena del fuego
Drew:
Pues las quemaduras fueron poca cosa, un poco de crema y listo, y las saqué tampandonos con una manta y tirando fuerte de la puerta. Pero estaba empanada, no en plan heroico...
Ehhhhhhh...si cambias la alfombra persa por una olla de agua y la puerta del hall (que también hay en la casa de mis padres) por las cortina del salón , la escena es idéntica. Bueno, en vez de niñas eran mis dos hermanos pequeños. Las cortinas las incendió uno de ellos. Y el guantazo me lo llevé yo por ser la mayor, a pesar de estar en mi cuarto estudiándome "el romance de las tres cautivas", que me lo iban a preguntar por la tarde...
ResponderEliminarJajajaja si es que cada día tienes un cosnejo mas genial que el anterior.... eres mi heroe.. y voy a tener listas las mantitas (por si acaso) y no es que yo tenga una alfombra persa, pero es mejor prevenir....
ResponderEliminarLA hermana de la nena,
ResponderEliminarYo si que he reicbido ese consejo!!!!!!!!!!
Todavia recuerdo la cara del papa, y del miedo apoderandose de mi.
UN beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPues la hermana de la Nena, está claro, fue la que recibió el consejo. Lo ha dicho ella dos respuestas más atrás. En mi caso fui yo quien le dejé a mi madre una sartén con patatas friendo y me fui, que tenía prisa. La mujer estaba enfrascada viendo la novela y me convenció para que le pelase, picase y comenzara a freir las dichosas patatas para hacer una tortilla. Ya le había hecho todo el trabajo duro y se me hizo la hora, así que le dije que tenía las patatas en la sartén y me fui. Yo creo que ni me oyó. Volvía yo a casa hacia las 22h, pensando en el bocata de tortilla que me iba a comer y me encontré con la cocina quemada, toda la casa oliendo a rayos... Menuda bronca me cayó, encima. Mónica
ResponderEliminarOye, qué cachondos los del google... Todos los anuncios son de ventas de alfombras... Mónica
ResponderEliminarEn serio, ¿cómo consigues superarte en cada entrada?. Simplemente genial. En el caso de mi marido, él SI tuvo la culpa. Le decía a su madre, "mamá, ya mismo vienen los bomberos". Y a los diez segundos, otra vez, "mamá, ya mismo vienen los bomberos"... Y así siguió, hasta que su madre se dió cuenta de que el puñetero niño había intentado incendiar las faldillas de la mesa camilla con el brasero. Ganas que tenía el niño de ver a los bomberos...
ResponderEliminarSara M.
Yo tengo dos de esas...
ResponderEliminarLa primera: empotre la tapa de una olla a presión en el techo de la cocina, no espere a que se enfriase y al abrirla la presión la disparó cual cañón. Por suerte no me pasó nada...
La segúnda: con el "quimicefa" y un poco de azufre..... no te digo más, la casa apesto durante casi un mes! Y esta vez si, me quemé las cejas :(
ups, sin querer marque la casilla! pero no, yo no recibi este consejo :D
ResponderEliminarAlex
¡Ay! Ya sé que no estoy en el mismo tono festivo de todos los lectores, pero es que hoy me has partido el corazón, Nena. Mantener la sangre fría, evitar una catástrofe mayor y la mamá ni se entera ni lo reconoce. Seguro que si hubieses usado las mantas viejas te habría recriminado lo sucia de hollín que ibas...
ResponderEliminarMe voy a un rincón a llorar
Puajajajjaajajjajajajajaja!! qué bueno, por dioss!! No he podido evitar partirme de risa con el practicismo de tu madre. Veo un fiel reflejo de la tuya en la mía. Yo nunca quemé la casa, pero una vez inundé el piso de los vecinos de abajo un poco bastante. Sip, yo solita! Le di al botón de lavar en caliente de la lavadora (con los abriguitos de lana dentro) y saqué la goma del desagüe. A las horas ,los vecinos subieron quejándose de que su aseo era una piscina. Mi madre fue corriendo a ver qué pasaba. Y lo único que importó al final es que los abriguitos de lana habían salido tiesos! "Nena!!! te has cargado los abriguiiiiiiiiiiiitoooos!!!" ^_____^
ResponderEliminarHe visto que alguien votaba en el "yo también recibí este consejo" y SABÍA que sólo podía ser tu hermana jajajaja
ResponderEliminarEres genial, mira que con esta historia -gracias a dios- no me siento muy identificada pero me rio muchísimo igualmente!
en mi casa también ardió el zumbador del timbre, pero mi madre se dio cuenta al instante y la cosa no fue a mayores.
ResponderEliminarpero en mis tiempos de estudiante, una de mis compañeras de piso quemó la cocina, una sartén con aceite en el fuego, una llamada de teléfono larga...y os podeís imaginar el resto. La liamos muy parda!
¡Co...! Ahora mmismo le digo a mi churri que busque un electricista que nos cambie el timbre, que éste hace tiempo que sólo hace ding.
ResponderEliminarYo, de adulta, dejé una cacerola con agua hirviendo, creo que ya lo he contado, bueno no pasó nada, pero uno de mis hermanos mayores siempre estaba haciendo experimentos y un día casi nos quema una puerta, él era el típico de "voy a ver que pasa si....."
Y hablando del Super Pop, tuvimos un bazar donde vendíamos revistas que había que ir a buscar al distribuidor, cada vez que llegaba la dichosa revista íbamos mi sobrina y yo, acordándonos de todos los muertos de los editores, jó que eso no era una revista normal, siempre traía un montón de chorradas lo que las hacía difíciles de manipular y más en una guagua (bus) lleno de gente.
Pues yo no recibi el consejo, pero mi casa salió ardiendo exactamente por lo mismo que la tuya, el timbre se quedó pillado y no sonó el dong. Estoy con Pipa, todo tiene un límite, y esta entrada (suponiendo que sea totalmente cierta) no deja en buen lugar a tu madre. Podiais haber muerto ahi dentro si no hubieras sabido reaccionar. Un beso.
ResponderEliminarJajaja Me e leido tu blog entero me muero de la risa, muchas de las cosas que cuentas yo también las he vivido con mi madre y mis tías. Hay una muy buena la de que no te podias bañar ni ir a la piscina con la regla porque se te cortaba y te quedabas tonta. Pero muchisimas de las que cuentas a mi me han pasado.
ResponderEliminarMe encanta tu blog
Jajajajajajaja, de verdad que me muero de risa!!!!! Eres genial!! Menuda infancia... jejeje. Pues por eso, porque me parto con cada una de tus entradas, y aún no las he terminado todas, te he dejado un premio en mi blog. Un abrazo!
ResponderEliminarPues no, este consejo no ha llegado a mis oídos. Aunque en casa de mis padres el dong a veces se encalla, tendré que comentarles lo del incendio, pero en mi casa puse un ring... y no hay problema. No seria mejor que en lugar de mantas tus padres pusieran en el armario de la entrada un extintor?? Yo es que me veo haciendo volar la manta también quemada!!! Ais, que miedo el fuego
ResponderEliminarY si!!!!!!! Eres una heroína, que lo sepas!!!
Mis amigos y yo también tuvimos un incidente con el fuego...quemamos una casa entera, eso sí en construcción...el fue sin querer no convenció mucho a mi madre que llego al lugar de los echos gritando tanto mi nombre que todo el mundo la oyó...eso sí, no gritaba por susto si no por enfado
ResponderEliminarTe sigo desde hace poco y estoy enganchada a tu blog, es divertidísimo!!!! se lo voy a recomendar a todos mis amigos, para que no se lo pierdan.
ResponderEliminarTe felicito de corazón, me encanta!! y ´siempre me sacas una sonrisa.
No me lo creo, 11 personas han puesto que también recibieron ese consejo. Vale que mi hermana, pinche, testiga de nuestro no incendio ¿pero el resto? ¿tanta alfombra persa hay en el país?
ResponderEliminarY por cierto, oye que generación más pirómana de niños!!! Será culpa del quimicefa, quiminova o algún juego de eso. NOs hicieron demasiado experimentales!
En mi casa se fue la luz.....y a mi q estaba cuidando a mi hermano se me ocurrió encender una hoguera en el salón...te preguntaras, no había velas? Pues si, pero eso no se me ocurrió!!
ResponderEliminarDestrozo del suelo y amenaza de destierro...
Tengo muuuuchas velas en casa, por si no se me ocurre
Una entrada de la superpóp??porfavorrrrrrr
¡Pero qué desagradecida es tu madre! :D :D
ResponderEliminarMe he quedado pensando en cómo suena el timbre de la casa de mis padres, voy a tener que comprobarlo cuando vuelva a finales de mayo :P
JAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAAJJAJAJAJAJA mira es que es subrealista!! pero qué graciosa eres joder! jajajaja me he reído muchísimo!
ResponderEliminarjejeje vas a tener q escapar del pais el dia q tu madre lea esto ,jejeje como diria mi madre
ResponderEliminarnena los trapos sucios se lavan en casa
yo aportaria para mandarte de vacaciones ejejjeje pon nº de cuenta q si fuese mi madre y yo tengo 31 años temblaria
Jajaja que horror!!!! Como me he reído con la historia del incendio o del no incendio y la alfombra.... La única forma que fueras una heroína en ese momento seria que tuvieras una identidad secreta, habrías dicho: la súperchica agarro la alfombra y nos salvo, en vez de yo apague el incendio... Creo que a tu mama drama le falto decirte que seas mas humilde y no te las des de superhéroe jajajaja es que iba leyendo y las imágenes se formaron en mi mente jajajajaja
ResponderEliminarMe parto!!!!! Me encanta como escribes, tu humor.
ResponderEliminarYo queme la cocina de mi madre porque puse cera para depilarme y me olvide de que existia por la genial super pop, ardio un poco pero no llego a mayores. Mi madre casi muere de un infarto de ver aquello y penso seriamente en desheredarme, lo mejor???? A ella le paso exactamente lo mismo a la semana siguiente pero termino lo que yo habia empezado y esta vez si ardio la cocina entera. Creo que le fastidio mas que la vieramos fallar que la cocina en si!!
No dejo de reirme con tus anécdotas...no, no recibí este mismo consejo, al menos no con la alfrombra pero sí con una jarra de cristal de bohemia que tiré sobre el fuego de la chimenea que se había salido hacia la sala... jejeje.
ResponderEliminarCómo me divierten!! Y por eso te dejé ayer en mi blog DOS premios!!!
http:mamamtambiensabe.blogspot.com
¡Vaya! Mi timbre también se quemó entre el Ding y el Dong! Pero yo ya era adulta y en cuanto olí a chamusquina corté la luz y desmonté el aparato. Al final resulta que la culpa no fue del timbre, si no del interruptor que se quedó clavado cuando alguien lo apretó para llamar. Se ve que tenía mucha suciedad y se atascó. Así que esto nos lleva a otra cuestión... ¿Limpia tan bien tu madre los interruptores como asegura? ;-)
ResponderEliminarjajajaja me parto de risa ... Y qué recuerdos de la superpop y MJ Fox, jajajaja
ResponderEliminarAunque por otra parte, dios qué acojone lo que te puede pasar porque no acabe de sonar el timbre. Dios mio, si es que es mejor no saber!!! cuando me lance a dejar solos a mis dos hijos en casa, recordaré este post, cagoen!!! .....
(sigue escribiendo que lloro de la risa contigo)
MATT
XDDDDDDDD
ResponderEliminarme meoooo!!!
(y que viva Michael J. Fox)
Como me encantó tu entrada tienes un premio en mi blog!!!!
ResponderEliminarhttp://vegamidulcedechocolate.blogspot.com/
Hacia tiempo que no me reia tanto...gracias!
ResponderEliminarRecién descubro este blog y me pareció una maravilla! Lloramos de la risa mientras se lo leía a mi hija y a mi marido! Gracias por los consejos!
ResponderEliminarAy por dios!!!!Y yo que no habia llegado a leer tan "sabio" consejo juas juas, que mal rato debiste pasar maja, no se que fue peor si momento FUEGO o momentazo DRAMA MAMA BRONCAZO, jajajaja.
ResponderEliminarPor suerte tengo panico al fuego y nunca nunca he jugado con el.
tengo mono de leerte,jejje venga al tajo
ResponderEliminarHola, me encanta tu blog, he llegado a él por casualidad y te aseguro que me he leído un montón de consejos que mi madre debió aprender en la misma escuela que la tuya, jaja. Hay momentos que marcan y este del incendio está claro que es uno de ellos. Sigue compartiendo, tienes el don de escribir con gracia...
ResponderEliminarEscribe una nueva entrada ya.... porfi
ResponderEliminar¡guau!¡Eres increible!
ResponderEliminarLloro y todo contigo, nena. Me encanta cómo escribes, por cierto has escrito algún libro? que te lo compro. Desestresas un montón, te descubrí ayer y mira por dónde voy!! No puedo parar. Yo también estoy traumatizada por los timbres. Lo mismo le pasó a una vecina mía, que no creo que fueras tú porque vivíamos en un quito piso. Mi niño que ahora tiene 19 años era un bebé y tuvimos que estar fuera toda una mañana, porque alguien tocó al timbre de la vecina y sólo hizo ding. Lo peor es que en casa de la vecina no había nadie y fui yo la que tuvo que llamar a los bomberos. Consecuencia, en mi casa no hay timbre y la gente me pregunta ¿Por qué no hay timbre? Pues porque no, porque se quedan enganchados cuando algún vendedor llama a tu puerta y te queman la casa en un plis plas. Así que creo que traumatizadas por un timbre "semos" muchas. Ánimo y sigue contando, que nos vemos reflejadas en muchas de tus historias, creo que nuestras madres tuvieron los mismos profes. Majo
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