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AHB |
Si fuera por mi madre, a mí me las hubiera puesto al vacío cada vez que salía de casa. (Pequeño inciso, que sé que me leen muchas drama mamás: por favor, olvidad esta imagen, no es una buena idea mandar a vuestros hijos al cole con las manos al vacío. Al menos no, si queréis que vuestro hijo tenga amigos, y le hablen, bueno, y pueda convertirse en adulto normal)
Yo recuerdo estar con 10 años mirándome las manos como si no me pertenecieran, como si esas manos me pudieran asesinar en cualquier momento. Porque a los 10 años, yo llevaba, exactamente 10 años escuchando eso de:
- ¿Te has lavado bien las manos?
- Si mamá- decías con pesadumbre.
- A ver, enséñamelas.- Y yo le mostraba las palmas con frustración porque siempre sabía que iba a decir:
- No están limpias, vete y te frotas otra vez, que te puedes pillar cualquier cosa. Frótalas bien, en los metidos también, y quiero esas uñas relucientes. ¡A tu madre le vas a engañar! ¿Te crees que la policía es tonta? Límpialas bien que si no, se te pudren los dedos.
Que yo no lo entendía, porque ella me decía eso me las hubiera lavado o no. Lo que al final produce un pequeño defecto: no te las lavabas, total, te iba a tocar repetir la jugada…
Es una cosa extraña porque un niño convive con sus manos todo el día. Es más, siendo purista, un adulto convive con sus manos todo el día también. Entonces vives un poco en conflicto con tu propio cuerpo. En plan: ¿pero vosotras manos, qué supone que hacéis cuando yo no miro? ¿Estáis de mi parte? ¿O qué?
Una vez, no recuerdo que años tendría, se murió una vecina de mi abuela y le pregunté a mi madre:
- ¿Por qué se ha muerto la señora Mariana?
- Pues porque estaba muy malita. Se había cogido una enfermedad y los médicos no han podido ayudarle.- y como me tenía tan acojonada el tema, le dije:
- ¿Por no lavarse las manos?- y bueno, igual ella dudó un par de segundos, pero lo vio claro enseguida:
- Sí, por no lavarse las manos. Así que ya sabes.
Oye, pues a partir de aquello era capaz de gastar casi media pastilla cada vez que me las lavaba y recuerdo, al irme a domir, meterlas debajo de la almohada pensando:
"Ahí quieticas toda la noche, ni se os ocurra hacerme nada, que tengo me queda mucho por vivir. ¡Si todavía no me sé la tabla de multiplicar del ocho!".
Me he puesto a investigar esa cuestión que me quitaba el sueño y resulta que sí, que mi madre tenía razón. Las autoridades sanitarias dicen que lavarse las manos correctamente es la mejor manera de controlar el contagio de virus y gérmenes.
Vale, mamá, tenías razón. No te vengas arriba. ¿Pero era necesaria la dramatización?
Excepciones para utilizarlo con mi futuros hijos:
Pues hombre, lo dicen las autoridades sanitarias, yo no soy nadie para ir contra las autoridades sanitarias, pero me ahorraré los de los dedos podridos y muertes varias. Llamarme finolis...