Cosas que pasan cuando publico un post:
- Me escriben dos primas y tres amigas para que les mande una foto de mi corte de pelo. Todas opinan después que sí, que parezco una menina.
- Me llama mi madre diciendo que se ha tenido que enterar por la vecina de que he publicado.
- Mi hermana me manda un whastapp con caras sonrientes y miles de jajajas. Y pide foto. Su respuesta el verme: “chica, el pelo crece”.
- Mi cuñado comparte el post en Facebook, y sus amigos (que me conocen a mí y a mi madre) comentan lo terrible que soy contando cosas, aunque se ríen mucho.
- Mi madre vuelve a llamar y me dice que eso me pasa por no tener peluquera conocida. Y que no diga tantos tacos.
- Llego al curro y me llaman exagerada porque el corte no es para tanto.
- Un amigo me dice que prefiere los post más concienzados, como por la Sanidad o la Educación, que no está el mundo para tonterías, ni cortes de pelo equivocados
- Otro me dice que se me está agotando el formato y que le mande foto del corte de pelo. No contesta después de recibirla.
- Me escribe gente para decirme que ya no publico tanto.
- Un compañero me comenta que en internet hay que escribir textos cortos y con más imagen para que funcionen, que los míos son infumables de largos.
- Me vuelve a llamar mi madre y me dice que este post está teniendo menos comentarios.
- Me manda un email mi editora y me dice que en Planeta se han reído con mi último post.
- Recibo mails de que debería publicar al menos dos veces por semana, que así, se va a morir el blog.
Menos mal que mi novio no me lee…
Últimamente me cuesta escribir. Bueno, en realidad, me cuesta publicar en el blog.
Estoy escribiendo mucho, mucho muchísimo, como nunca en mi vida. Primero porque me traigo algo entre manos que verá la luz en breve. Algo que tiene forma de libro, y hojas de libro, y solapas y esas cosas. Pero no digo más que las cosas se gafan.
Segundo porque me apetece escribir. Eso lo sé porque no leo. Es una chorrada pero si estoy en proceso de escribir, no leo casi nada. No sé por qué me pasa, pero tampoco sé por qué si me mojo una mano, necesito mojarme la otra, y sigo viviendo igual.
A pesar de que tengo un montón de post escritos, me cuesta publicarlos. Y no lo entiendo porque es una pasada la sensación de leer los comentarios. Pero el anonimato tenía algo muy liberador.
Ahora según publico, recibo el feedback de la gente que me conoce. Y así es difícil porque me es imposible no pensar en todos ellos cuando voy a escribir, o a publicar…
Luego la vida está tan intensa que me salen unos post sin nada de sentido del humor, cagándome en toda la situación política y social: tengo uno sobre educación, otro sobre los políticos, otro sobre la dignidad… Pero no sé, en el último momento, me entra angustia de andar opinando cuando no soy nadie y tampoco creo que sirva para mucho. Y se quedan en la carpeta de no publicados.
Yo no soy nada extrovertida, de verdad. Lo que pasa es que cuando escribía aquí nadie sabía quién era yo y eso facilitaba todo. Cuando salió el libro y tuve que confesar, me costó tragarme todo mi pudor porque la gente sabía mucho de mí. Y me sigue costando. Es que ya no puedo ser la nena y Amaya por separado. Nos hemos convertido en la misma persona. Solo he conseguido escribir 13 post en todo este tiempo, bueno, publicarlos.
Y la gente que te quiere, te quiere digas o lo que digas, pero luego hay muchas personas que me conocen de vista y ahora me miran como si supieran exactamente quién soy. ¿Te imaginas que tú carnicero te dice que tu madre tiene razón, que te queda mejor el pelo recogido? Pues yo me lo imagino perfectamente, vamos que sí.
Así que he pensado que si escribo este post, igual se me empieza a pasar el vértigo, igual la extroversión es un músculo que se puede ejercitar, igual así la carpeta de no publicados se va quedando vacía, y no necesito releer 60 veces un post, que tampoco pasa nada porque la gente sepa que Amaya es la nena, y que por esta tontería a veces me pierdo lo mejor de tener el blog: la gente que está ahí al otro lado, compartiendo estas tonterías, y reírnos, sea de manera anónima o con nombre y apellido. Lo mismo da…
Bueno, os dejo, tengo que llamar a mi madre a toda leche para decirle que he publicado, que la vecina tiene pinchadas las rss del blog y es rápida leyendo.