jueves, 23 de mayo de 2013

La cuadrilla

Pensamientosenlineas
Existen dos tipos de personas en el Norte: los que tienen cuadrilla y la gente de “amigos sueltos”. A partir de esa diferencia se estructura toda la sociedad. Y digo toda.

La cuadrilla se une en el colegio. Tiempo máximo de formación: 14 años. Todos los que se agreguen a la cuadrilla después de esa fecha siempre serán “los nuevos”. Sí, da igual que tengas 72 años, y que hayas pagado las cuotas de la bajera o de la peña durante 54, y que lleves desde primero de la universidad en la cuadrilla, da igual, alguna vez tendrás que escuchar:
- Tú es que no estuviste allí porque eres de “los nuevos”.

Como cuando teníais 12 años y el “Bulto” se meó en clase de pretecnología y para disimular se echó un bote de pintura encima. No, tú, el nuevo, no estuviste ahí. No te rías tan fuerte que en realidad no llegas a entender del todo lo cómico que fue.  Porque la cuadrilla habla siempre de lo que ha vivido unida, nadie habla de su viaje Tailandia a no ser que todos, o al menos dos hayan ido de viajes juntos. En ese caso, la cuadrilla cuenta cómo se rieron cuando el “Bulto” y el “Rana” llegaron al aeropuerto y les esperaron con un cartel enorme con una foto de los dos en bolas.

En una cuadrilla hay motes. Probablemente, cuando tu madre te llame por tu propio nombre, no sabrás a quién le habla, cosa que las madres llevan muy mal y más de una contestaba al teléfono:
- Aquí no vive ningún bulto. Se ha equivocado de teléfono. Aquí vivimos Antonio, Manuela y José Luis. Ya ves, todos tenemos nombres de persona.- y colgaba.

A partir de ahí, la cuadrilla sumará a sus historias anuales la vez que la madre del “Bulto” colgó al “Rana” y cómo todos descubrieron que el “Bulto” se llamaba José Luis.  A la nueva lo le hará tanta gracia, porque claro, ella no lo vivió, porque se sumó en el instituto a la cuadrilla.

Si conoces a alguien en un bar, algo muy muy raro, que implica intercambiar palabras con un desconocido del que no sabes su colegio, su casa, su pueblo o a qué piscina va, y que pudiera ser una persona de “amigos sueltos” lo primero que tienes que hacer es preguntarle por uno de esos cuatro puntos cardinales para poder situarlo en una cuadrilla. Es raro, pero en todas las cuadrillas hay un lanzado que es el que consigue que dos cuadrillas se hagan amigas.  Esto es imprescindible para que la especie se perpetúe. Normalmente es la manera de que los hombres y las mujeres se relacionen, se enamoren y tengan hijos.

Si desde el principio se diera la rara situación de que la cuadrilla fuera mixta, lo normal es echarte un novio en ella por lo que, pasado un tiempo, tu exnovio acaba siendo el novio de tu mejor amiga. Esto no es impedimento ninguno para que la cuadrilla siga unida, peor sería que te echaras un novio de “amigos sueltos”, difícil de ubicar, demasiado inaprensible, volátil…

A veces, uno puede tener varias cuadrillas: la de siempre, la de la universidad, y la del trabajo. Solo los muy sociables consigue mantener este tipo de estructuras tan complicas. Y ese es el orden al que hay que obedecer en caso de que los planes de varias se solapen: si hay almuerzo con los de siempre, solo una boda, bautizo o funeral de los de la cuadrilla de la facultad puede ser excusa para faltar. A los del trabajo, se les ve al terminar la jornada laboral, en la cena de navidad y puede que una cena por fiestas.

A las bodas de la cuadrilla se va siempre, y el dinero del regalo se entrega dentro de algo asqueroso o complicado de desenvolver o a través de una compleja ginkana con coordenadas de GPS.
Los dos miembros del matrimonio duplican sus relaciones sociales porque pasan a tener dos cenas a la semana con cada una de las cuadrillas. Ella pasa a llamarse la “bulta” y el día que tienen un hijo, siempre e invariablemente, será el “bultito”, que irá a jugar al parque con “la ranita” y el “chinito”. Esto es así.

La cuadrilla te acompañara a lo largo de tu vida, hagas lo que hagas, digas lo que digas, estarán a tu lado, y el día que te entierren siempre habrá alguien que comente:
- ¿Os acordáis del día que el “bulto” se meó en clase de pretecnología y se echó pintura por encima para disimular?
- Es que mira que se le daban mal las manualidades...

Da igual que después de aquellos años te hicieras ebanista, diseñaras un nuevo tipo de sillas que revolucionaron el mercado por su ergonomía y su original diseño, te forraras, y una multinacional te comprara la idea. Lo mismo da, tú eres el “bulto”, tu mujer la “bulta”, y tu hijo el “bultito”, y te estás empezando a preocupar porque tiene 9 años y parece que es de “amigos sueltos”.


PD: Sigo con la autopromo: Este viernes, 24 de mayo, estaré en El Corte Inglés de Pamplona firmando libros. A las 19.00 horas, en la planta 5, en la planta librería. Estaré encantada de recibirlos. Soy la morenita nerviosa con el pelo retirado de la cara.