San Donato. Foto de CC Txapel Aundi |
El frío es también el café con leche de mi tía Carmen y mi madre y los jerséis remetidos por las bragas, porque por los riñones se coge cualquier cosa. Es los pasamontañas, las bufandas y los gorros que picaban en las orejas.
El frío es el placer de sacar un pie de la cama en sábado y volver a meterlo como quien recoge un premio. También los patucos para andar por casa que nos hacía mi tía Pilar que resbalaban para horror de mi madre, para locura absoluta de mi hermana y de mí y, sobre todo, para darle trabajo al traumatólogo de guardia.
Es apoyar la nariz en el cristal helado de la ventana para ver cuándo abría la Vitxori para bajar a comprar pipas Facundo y ver una peli de piratas. El frío es también mis amigas fumando en la puerta de la biblioteca hace 15 años. Era volver a casa los sábados por la noche y meterse en la cama e intentar dormir sin que se pasara ese frío con un zumbido sedante en los oídos, porque aquellas noches de la adolescencia duraban incluso cuando habían terminado. Eran los madrugones para ir a esquiar y las migas de Juanpito.
El frío son las noches de “gaupasa” estudiando y aquellos cigarros a escondidas en el balcón, envuelta en mantas y pidiendo milagros, es decir aprobados, a estrellas fugaces que nunca veía a pesar de que el frío en mi cabeza siempre es noche rasa. Es empujar el seiscientos de mi madre, mi cumpleaños y los cafés de siete horas en el Vienés con Cristina. El frío es el monte San Donato con niebla y el monte San Donato es mi padre.
El frío tiene una mala fama completamente inmerecida en los telediarios y entre las drama mamás. A mí me activa, me despierta, me recoge, me templa… Me calma cuando salgo estresada de trabajar, me da hambre de alubias y ganas de beber vino tinto mientras pico un poco de queso fuerte. Me hace quedarme en casa, leer, escuchar música. Pero también me apetece caminar abrigada y andar respirando ese aire tan limpio que trae. Y por supuesto, me da nostalgia, porque he crecido en el frío. A cambio me pide abrigo y algún resfriado. Tampoco es tanto. No sean alarmistas.
El frío es la leche en otoño cuando lo andamos estrenando, y ese placer me suele durar hasta marzo porque soy una de esas afortunadas a las que les gusta el calor en verano, el frío en invierno, la lluvia cuando llueve y la nieve…, la nieve me gusta siempre.
¿Con este frío vas a salir?
Y volveré tarde.
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Muy bueno. Sí que es fortuna que te guste el frío en invierno y calor en verano. Yo soy más de calorcito pero comparto tu visión de las ventajas del invierno.
ResponderEliminarUn beso!
Lo sé, la pena es que nieva poco ;)
EliminarPues sí, la nena sale aunque haya un frío polar y la mami se queda preocupada porque no puede evitarlo, y es que aunque la nena ya se haya casado para la mami seguirá siendo eso, la nena.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Es curioso, siempre oí hablar del síndrome del nido vacío, pero aunque mi hija se marchó de casa con 19 años, yo nunca lo había sentido tal vez porque andaba demasiado liada con mis padres, ya ancianos y achacosos, ahora mi hija se ha casado y aunque todo sigue igual, ella sigue viviendo lejos, me siento terriblemente sola.
Vaya... Una buena tarifa de teléfono puede ayudar. Nosotras hablamos todos los días y a veces varias veces
Eliminara mí también me encanta el frío en invierno!! y esa sensación de aire limpio, ese abrirse los pulmones de par en par con la humedad de la tarde... esas ganas de merendar caliente, de pasear sin sacar las manos de los bolsillos... La faena es que el calor en verano me da un poco por saco, qué le vamos a hacer!
ResponderEliminarEl calor también es la leche! Es cervezas y terrazas y playa!
EliminarA los canarios nos encanta el frío, no veas lo que nos gusta tirar pal monte en invierno para poder estrenar las parcas, las botas y los guantes. El calor está muy bien, pero cuando vives aquí acabas hasta el moño.
EliminarNo he subido nunca a San Donato, pero me gusta mucho la forma que tiene...mola!
ResponderEliminarYo tampoco he subido... Pero me encanta ese monte aunque creo que la subida es jodida
EliminarPues a mi el frío no me disgusta, pero la lluvia...eso ya es otra cosa! Será porque un poco más al norte, al borde del Cantábrico, cuando empieza a llover no sabes cuando va a parar. Y aunque tenga esa sensación de bienestar cuando llego a casa y me quito el calzado, calcetines y medias empapadas y me pongo las zapatillas (siempre acordándome de cuando mi madre nos esperaba con las zapatillas metidas en el horno de leña para encontrarlas calentitas a la vuelta del cole, que alguna se achicharró) no, no me gusta cuando llueve más de 10 días seguidos, cosa que aquí en invierno es bastante habitual.
ResponderEliminarEn Pamplona también llueve que parece que no va a parar pero desde que vivo en Madrid echo de menos la lluvia esa tan persistente. La nostalgia es lo que tiene
EliminarQué suerte!!
ResponderEliminarYo odio la ropa, una capa sobre otra puffffff...me encanta levantarme en verano, y ponerme un vestido y unas sandalias (y bragas, claro!!!)
Eso sí, la sensación de aire limpio del frío es inigualable. Pero no la cambio por las sandalias!
jajajja Me alegro de lo de las bragas ;)
Eliminarjajajajaja ¡tú te alegras, mi santo no!!!!
Eliminar;)
Me ha encantado!
ResponderEliminarA mi me gustaba venir de la calle con frio y meterme en la cama con muchas mantas que pesaban mucho.
Y romper el hielo de los charcos!
La niebla que tapa San Cristobal!
El olor del frío y la nieve!!
Ainssss ahora casi ni tiempo de apreciarlo.
Gracias por los recuerdos! :)
Es que como en Pamplona no te guste el frío... Y sí, la niebla de San Cristobal también es el frío.
EliminarHoy te ha quedado redondo, me ha encantado :)
ResponderEliminarLeyéndote he revivido tantas sensaciones de cuando era pequeña y mi madre me abrigaba tanto que apenas podía andar (camiseta interior, camiseta de cuello alto, camisa, jersey y anorac)... Lo pasaba tan mal que ahora ni loca me pongo una camiseta íntima :D :D Bueno, no lo digo muy alto porque estoy viviendo en Suecia desde hace dos meses y todavía tiene que llegar el invierno...
Sea como sea, yo prefiero el frío :)
pues creo que te vas a harta de frío! ya me dirás si tiras de camiseta interior metida por las bragas.
EliminarSoy de sierra.... me encanta el frío. Pero mucho. Por motivos de estudios vivo casi en la mismísima sartén de Andalucía... Horror de horrores. Hace frío en casa pero en la calle... nanai...
ResponderEliminarRecuerdo llevar pasamontañas además de gorro y además de bufanda... El patio del colegio parecía más que nunca una organización de terroristas enanos...
El frío es el saborear un chocolate caliente... con lo que haya (incluso un cola cao templadito, si no hay chocolate)
Es coger la nieve con las manos hasta que no sientes las manos... y chupártelas para que entren en calor (así lo recuerdo... porque ahora en mi ciudad medio serrana, salan las calles en cuanto caen cuatro copitos para que la vieja de turno no se dé ni medio resbalón... con lo divertido que fue ver a aquella madre deslizar por aquellas escaleras cual tobogán a costa de la nieve... jajaja)
Es que la nieve no se puede coger con guantes de lana!!! Porque quema más!!!
El frío es... en mi casa... poder ir descalza pisando el suelo radiante ... y salir y volver con la nariz rojísima y las lágrimas medio congeladas... Pero feliz.
como te entiendo! y sí a chuparse los dedos para que entren en calor, incluso hacíamos "puntos de calor". Sobre un tejido, soplábamos super fuerte para que se calentaran las manos
EliminarQue recuerdos del frío. La sensación de quitarte las botas después de un día de esquí, ese tufillo, mientras con los guantes aun puestos te limpiabas la gota que brotaba de la nariz. Y cuando por fin llegabas a casa y empezabas a quitarte capas y capas de ropa, leotardos y calcetines mojados, y te metías en la bañera calentiiiiiiiiita... Ains, ahora con las prendas térmicas eso ¡¡ya no pasa!! :-(
ResponderEliminarPara mi."drama.mamá" particular...el frío es el mismísimo Belcebú....ella tan.friolera...y yo taaaan calorías...Su gran frase "se puede.presumir igual.con.más ropa" la tengo grabada a fuego...Es obsesión lo q tiene...y eso q vivimos es Asturias,con clima.poco.extremo...Esta semana mi hijo pequeño me.contagió un.virus estomacal q.me.tuvo en.cama convertida en un trapo...Me llama.mamá:"cogiste frío...seguro...seguro...andas siempre con tan.poca ropa..." En fin.. A mi el frío...inevitablemente...sólo me recuerda a mi.madre hablando de sus maldades...Yo es raro que lo.sienta...
ResponderEliminarYo soy muy friolera, brrrrr! Lo cual es una tortura porque aquí en Sofía el invierno dura 6 meses y llegamos a -20ºC...
ResponderEliminarAhora que soy madre admito que persigo mucho a mi hija mayor para que vaya bien empaquetada cuando hace frío, pero cómo no hacerlo? Si se quita la bufanda ya tenemos resfriado para una semana! El pequeño no es problema, aún se deja hacer de todo :)
Me encanta el invierno, la lluvia, la nieve (tan difícil de ver últimamente).... te gustaría el invierno en Zgza. (tenemos un cierzo que es la envidia del país).
ResponderEliminarYo soy muy friolera, pero mucho, pero me encanta el frío del invierno sólo tengo que ponerme unas medias debajo de los pantalones de pana, varias capas en forma de camisetas y un jersey, calcetines de esquí y unas buenas botas.
ResponderEliminarPara mi el frío es la leche con un chorro de coñac que nos daba mi yaya cuando hacia frío en Barcelona o cuando soplaba el cierzo en Tudela.
El monte San Donato es uno de las cimas más bonitas de Navarra, nada como pasar unos días por la sierra de Urbasa y Andía y rematarlos subiendo hasta allí un día bien temprano con el fresco!
Gracias por recordarme esos días de mi infancia en Navarra!
De acuerdo con Briseida, te ha quedado redondo. ¡Qué bonitos recuerdos! ¡Cuántas cosas evocas!
ResponderEliminarYo no me limito a leer las entradas, tb leo siempre los comentarios. Aún me estoy riendo con el de Tita, ja, ja, ja...
¿Sabes? a mí tb me preguntaba mi ama ¿pero con este frío vais a salir? ¿dónde os vais a meter?
Cuando eres madre todo toma otra dimensión y hay muchas cosas de tus padres que repites aunque te hubieses prometido no hacerlo. Se quiere tanto a los hijos, se añora tanto a los padres...
Preciosa tb la foto.
Un abrazo.
Es q yo naci en Almeria y aqui sigo 39 años despues....mi concepto del frio es distinito :)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBueno, es que eres rarita. Eso ya lo sabíamos de antes. Jajaja. A mí es que el frío me pone de una mala leche... Si por mí fuera, me tiraba el invierno cual oso pardo. Besotes!!!
ResponderEliminarEn México, el frio también es tomar un ponche caliente de frutas, un caballito de tequila, el olor a posadas y Navidad. Es olvidarse de los kilos de más porque se esconden abajo de una buena chamarra y el pretexto perfecto para un atolito de chocolate bien caliente. Ahora que soy madre, es meter a la cama a mi bebé con el pretexto de que no tenga frio aunque la verdad papi y mami somos los que disfrutamos más el calorcito de los bebés...
ResponderEliminarMe encanta el frio, la lluvia etc etc, por desgracia vivo en Málaga....
ResponderEliminarA mí el frío también me encanta, los días de febrero que amanecen sin nubles, con día claro y helado para pasear. Las noches con una capa de nieve de 5-6cm, como hace años que no cae en Pamplona (yo recuerdo una por el año 83 u 84), en esos días parece que alguien ha bajado el volumen al mundo, la nieve se come el sonido.
ResponderEliminarPero de las veces que más frío he pasado (y ese no lo disfruté) fue subiendo a San Donato, llevando sólo un chubasquero. Al llegar arriba, nublado, el txirimiri de abajo se tranformo en lluiva helada con viento, de manera que en los postes de las vallas del ganado de arriba había... chuzos horizontales!!!
Y qué me dices de un chocolate con churros de la mañueta en un domingo de octubre??
Me encanta.
Otro de Pamplona
Adoro el frío... soy de Soria no digo mas y ya conoces el chiste de que hay una pareja de sorian@-navarr@ en una playa nudista y enseguida los conoces ¿por qué? porque llevan la chaqueta en la mano por si refresca a la tarde :)))) juas juas
ResponderEliminarBesicos sorianos
me quedo con lo de los jerseis metidos por la bragas jajajaja.
ResponderEliminarYo no soy de frio, la verdad es que no me gusta nada, prefiero el verano aunque me achicharre de calor ; )
Un Besico.
Yo también soy de las "locas" enamoradas del frío, me encantan el otoño y el invierno, con el frequibiris que se cuela por todos los resquicios, los nubarrones, los chaparrones, la nieve, el granizo y el té caliente arropada en una manta mientras leo un libro.
ResponderEliminarLa última vez que mi madre mi dijo aquello de ¿y con este frío vas a salir?, ¿y a que hora vuelves?, le contesté aquello de: Si madre, llueva, truene o nieve madre. Y la vuelta, ¿sinceramente? el tercer día al alba mira al horizonte. Jajaja, mano de santo :P
subscribo todo lo que has dicho.Frio para dar un paseo y oxigenarte siempre que a la vuelta esten el te y el libro..
EliminarQue lindo te ha quedado este frío...yo estoy intentando hacer las paces con el clima frío y humedo "que te cala hasta los huesos" como dice mi drama-mamá.
ResponderEliminarPues nada, a buscar un sitito calentito y cómodo en casa y a leer, y beber cosas calientes, y ponerse morao a dulces que te alegran los grises inviernos.
Abrazos de oso.
Me gusta el frio, pero creo que me estoy convirtiendo en una drama mamá, porque no hago más que repetirle a mis hijos que se abriguen. Aunque creo que algo de razón tengo, porque cuando se van al instituto debe haber 4 ó 5 grados y los muy apalominaos se van con la camiseta de manga corta y la sudadera, sin abrigo...(la adolescencia, que es muuuuu mala).
ResponderEliminarUn beso.
Ay, me has reconciliado con el frío que se avecina... te ha faltado la sensación maravillosa de calentarse las manos con un cucurucho de castañas recién asadas. Ese aroma tan cálido. Yo he hecho el camino inverso, de Madrid a Pamplona, y hay días de enero en los que ni me atrevo a salir de casa (aunque el invierno en Madrid tampoco se queda corto!). Por suerte, Navarra es preciosa en todas las épocas del año.
ResponderEliminarQué bello te salió este post, estimada! soy de las que tiembla de frio incluso en verano, pero así y todo se emociona al verse las uñas azules XD! un beso desde Lima Peru
ResponderEliminarAquí otra de Pamplona expatriada en Madrid. Yo siempre digo que salí de allí huyendo del frío. Soy muy friolera. Guardo muy mal recuerdo de esos otoños e inviernos lloviendo sin parar día tras día, con una lluvia fina y continua, un día, y otro, y otro, el paraguas siempre en el bolso, el chubasquero, las katiuskas... y esa humedad que se metía en los huesos... esa neblina con la que amanecía, esas vueltas corriendo a la Vuelta del Castillo en gimnasia a las 8 de la mañana, que te dolía la garganta y el pecho... Yo abandoné las camisetas interiores cuando llegué a Madrid. Y no las echo de menos.
ResponderEliminarSí echo de menos los cafés en el Vienés, los madrugones para ir a esquiar, volver y meterte en la bañera caliente, las castañas en los bolsillos, mi madre diciendo la frase que todas sabéis, con las amigas corriendo bajo la lluvia de bar en bar...
¡Ayyyyyyyyyyyy! Qué nostalgia... Hoy me han dicho que ya empiezan los fríos de verdad en Madrid. Y yo echo de menos mi abrigo. Y acurrucar a mis cachorros con mantas calentitas.
ResponderEliminarAquí no hay de eso.
Besos desde Miami
mamá Curra
Yo ya ando de patucos, nena... ¡es justo y necesario!
ResponderEliminarMe encanta este escrito, por que me ha hecho recordar a mi madre y mi abuela, muchos besos.
ResponderEliminarSe me había olvidado el zumbido de los oidos.
ResponderEliminarTodos los enlaces que salen ¿son a idea?
muy bonito post. y muy poético. aqui nunca jamas en la vida ha hecho frio. cuanto mas, llueve y hace un poco de viento pero jamas frio de verdad. nunca he usado un pasamontañas y no tengo ningun jersey, jamas he visto la nieve (excepto por la tele) pero con una descripcion asi me muero de ganas por vivir la experiencia.
ResponderEliminarEl frío a mi me encanta....pero con sol y cielo azul. Los días grises, los nubarrones y la lluvia me deprimen (a no ser que esté dentro de casa mirando llover por la ventana; o tumbada en el sofá leyendo un buen libro). No sé si es porque el frio me despeja, porque el aire huele mejor, porque no se me seca la nariz o porque me recuerda a mi infancia, a Navidad y al chocolate con churros, pero adoro el invierno. Meterte bajo la manta o el edredón; ver una buena pelicula en el sofá o salir a la calle con bufanda y gorro. Me encanta! Además siempre he dicho que en invierno te puedes poner más capas para entrar en calor, pero en verano, llega un momento en el que no puedes quitarte más ropa para refrescarte. Apesar de eso, el verano siempre trae sus terracitas con sus cañas.....Así que opino como la nena, en invierno el frio y, en verano, el calor!
ResponderEliminarQue recuerdos, los jerséis remetidos por las bragas, las camisetas gordas con manga larga, las bragas de cuello vuelto,las katiuskas con dobles calcetines, el impermeable con choto, las castañas....El frio a mi también me hace quedarme en casa, leer, vaguear, cocinar. Pero también me apetece sacar al perro y pasearme bajo el sirimiri, disfrutando esos momentos , que son solo míos.
ResponderEliminarSupongo que depende de dónde te hayas criado tienes unos recuerdos u otros. He disfrutado toda la vida de un clima suave (Alicante, nada tropical) que te empuja a la calle y a relacionarte sin parar, porque para qué estar en casa cuando en la calle se está perfectamente, donde te apuntas a un bombardeo porque hace mejor en la calle que en casa, con lo cual hasta tu cuerpo tiene más actividad y si llevas bufanda es para combinar. No tengo recuerdos en la infancia o juventud donde el frío sea un buen protagonista y en eso, os envidio sanamente. Ahora vivo en un clima frío y me siento como una flor tropical en la estepa siberiana que se marchita poco a poco... No creo que se trate de ser mejor o peor desde luego, pero sufro el frío porque para mi cuerpo es una amenaza. Pónme 45 grados a la sombra que mi cuerpo sabe lo que tiene que hacer para que me sea soportable, déjame a -8 y es como si tuviera un tigre delante al que enfrentarme. Espero poder hacerme con él y tener esos sentimientos hacia el frío, porque aunque llevo pasando frío 6 años, no hay manera de no sentirme siempre enferma. Disfrutad del frío, ya que podéis, yo estoy tratando de encontrar la manera de hacerlo ;-)
ResponderEliminarEn el norte somos valientes para el frio, jeje.
ResponderEliminarAcabo de leer tu libro (y de descubrirte...) me he reido mucho y he escrito una reseña en mi blog sobre el. Que verdad es que hay que tener sentido del humor!
besotesss
Muy valientes Kabuki¡¡ Tenéis tolerancia al frío, yo sin embargo, entre criarme en clima más suave y un cuarto de genética brasileña soy muy cobarde para el frío. Me aletarga, me apoca. Espero hablar de esto en pasado algún día. Saludos
Eliminarque gracioso este blog y que cierto que siempre decimos que nunca seremos como nuestras madres xD
ResponderEliminarte invito a que te pases por mi blog ;)
saludos
A mí también me gusta el frío. El calor en cambio lo llevo peor. Me gusta tu blog. Un saludo.
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¿Cuándo harás otros post?
ResponderEliminarMuy bonito, la verdad es que no lo había visto desde esa perspectiva, muy bonito y lo de los examenes clavado!!!jajajaj
ResponderEliminarAmaya, te estamos esperando.
ResponderEliminarUn abrazo
Loles.
hola...
ResponderEliminarTe escribo desde Colombia, si, en el otro lado del planeta también tienes seguidores y muchos.
hace poco comencé a leer tu blog y me encanta!!! también leí tu primer libro, y no podía creer que mi mamá también me dijera el 90% de las frases que aparecen en tu libro, es irreal!!!
Ahora que termine el libro, se lo pase a ella para que lo leyera y nadie la aguanta regañando con acento español a mi hermanito menor (11 Años... si es una pobre victima de mis inventos).
Bueno Nada mas por decir, solo que me gusta mucho el blog y disfrute tu libro.
Saludos desde la cálida Barranquilla, Colombia (deberías pensar en venir algún día)
Pues a mi no me gusta el frío. De hecho, ahora estoy medio encogida porque en casa estaban las ventanas abiertas y me he quedado destemplada. Prefiero el verano. Su calorcito. Con el frío me pasa como al pequeño, que se nos congela el cerebro aunque a él sí le gusta el frío. Besos.
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